14.- Punto de quiebre

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Kirishima llegó a la agencia, saludando a sus compañeros con su cálida sonrisa. Tamaki se escondió tras la capucha de su traje, como siempre, alegando que "era muy brillante", lo cual hizo reír al pelirrojo.

Lo que le pareció curioso fue que Fat Gum no le saludara tan efusivamente como solía hacer, esta vez tenía una expresión seria como pocas veces. Se le hizo extraño, pero no le dió mucha importancia tampoco.

Pasó a los vestidores y comenzó a cambiarse, colocándose su traje de héroe. Y, cuando acabó, salió, encontrándose a Fat Gum recostado al lado de la puerta, esperándolo.

-¿Pasa algo, Fat? Estas más callado de lo normal.– comentó Kirishima preocupado.

-¿Cómo sigue Dynamight?– preguntó el rubio, serio.

Kirishima ladeó la cabeza, algo extrañado por esa pregunta.

-Pues… sigue igual. No recuerda mucho.– explicó, tratando de sonar tranquilo.

-Entiendo… ¿Aún no encuentran al culpable?

Kirishima negó con la cabeza, desanimado.

-Tranquilo, todo saldrá bi…

-¡No lo sabes!– interrumpió Kirishima, molesto. Pero, al ver la cara de asombro de su superior, se obligó a calmarse. –L-Lo siento, Fat… no quería gritarte, es que…– suspiró. –…todos me dicen eso para animarme y, lo entiendo. Pero ya estoy cansado de escucharlo.– confesó.

Sí, lo había escuchado demasiadas veces ya… Cuando Bakugo estaba en el hospital, cuando lo dieron de alta, cuando se topaba con alguno de sus compañeros o algún conocido…

Las manos del rubio se posaron sobre los hombros de Kirishima, en un gesto silencioso de comprensión. Y el más joven, sin poder aguantarlo más, se soltó a llorar, agachando la cabeza.

¡Ya no podía más!

Había tratado de ser fuerte, pero ya no podía más. Le aterraba pensar que Bakugo no recobraría la memoria jamás y que todo lo que habían vivido juntos se esfumaría para siempre. ¡Le aterraba que Bakugo no volviera a amarlo!

-A veces las situaciones de la vida… son muy agobiantes. Y no por ser un héroe vas a salvarte de ellas.– habló Fat Gum, acariciando el cabello de su subordinado. –No eres un héroe por no quebrarte al afrontar tus problemas, sino por quebrarte y aún así, enfrentarlos.– explicó.

Kirishima sorbió por la nariz con fuerza, tratando de calmarse un poco. Quería entender las palabras de Fat, y con sus lloriqueos le era imposible entender qué decía.

-Tu eres un jovencito bastante fuerte, Eijirou. Siempre te esfuerzas en sonreír y ayudar a todos, y dónde vas, te ganas el corazón de las personas.– Fat sonrió con ternura. –Y Dynamight también es fuerte, solo que le cuesta mucho más exteriorizar sus emociones con las personas.– siguió. –Son tan opuestos que parecen complementarse.– rió.

Kirishima sonrió por lo último, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

-Sí ambos siguen siendo fuertes, no importa si llegan a quebrarse en el proceso… se reconstruirán más fuertes que antes.– sonrió Fat Gum, seguro. –¿Y si él no recuerda nada? Sí, sería doloroso. Pero te encargaras de crear nuevos recuerdos, y se enamorarán de nuevo si hace falta.– concluyó.

Kirishima asintió ante aquellas palabras tan amables de su superior. Estaba tan convencido de su amor que el pelirrojo se sintió un poco mal por dudar de sí mismo.

Fat tenía razón…

-Entonces, ¿vamos a patrullar?– preguntó un sonriente Kirishima.

-Vale, pero primero lávate la cara.– pidió el rubio, riendo.

Bakugo bostezó, aburrido, cambiando de canales sin encontrar nada interesante que ver. Ya llevaba más de una hora así, así que decidió apagar el televisor y quedarse tumbado sobre el sofá.

Era extraño no tener al pelirrojo molestando por el departamento. Incluso se atrevía a decir que lo extrañaba… aunque solo un poco.

-Ahg, maldición…– gruñó, levantándose del sofá para ir a la cocina.

Tomó un vaso y se sirvió un poco de jugo de naranja que había en la nevera. Los dolores de cabeza no tardaron en llegar, haciéndolo tirar el vaso al suelo, para sostenerse la cabeza.

-¿Qué dijiste…?– sus ojos se apartaron de su teléfono para fijarse en el pelirrojo a su lado.

-¡E-Era solo una idea!– aseguró el chico al instante, temiendo que su novio lo volara con una explosión.

-Quieres…… ¿que nos mudemos juntos?

Una sonrisa se dibujó en sus labios, a la vez que se sentaba sobre el regazo del pelirrojo y comenzaba a besarlo con pasión.

-Espero seas consciente en lo que te estás metiendo.– sonrió en cuanto se separaron. –Mira que no es fácil lidiar conmigo.

-Creo poder hacerlo, Katsuki.– sonrió Kirishima, dándole un corto beso en los labios. –Te amo y quiero despertar cada día a tu lado.

-Qué cursi sonaste, Ei.

-¡No es cursi!¡Es varonil!

-Ajám…

Bakugo apretó los puños, frustrado. No le agradaba tener que ver fragmentos al azar de su vida con el pelirrojo, ¡y menos teniendo que sufrir dolores de cabeza tan severos, joder!

Miró los pequeños trozos de cristal sobre el suelo y la salpicadura naranja que había dejado el vaso al caer. Suspiró y se agachó a limpiarlo.

Luego regresó al sofá, tumbándose sin ganas. No le había comentado nada sobre aquellos recuerdos al pelirrojo para no preocuparlo, pero tal vez debía decírselo, a fin de cuentas, eran pareja ¿no?

Sonrió ante eso. "Pareja"…

… Había perdido toda esperanza en el amor cuando Deku le confesó que no lo amaba y que todo había sido una confusión por parte de ambos. Y ahí estaba, de nuevo, sonriendo como un idiota al pensar en alguien.

En Kirishima…

-Bakugo-san…– una voz a su espalda lo hizo levantarse del sofá de un brinco, poniéndose en guardia. Y sus orbes rojizos se toparon con aquel encapuchado del minisuper.

-¡¿Cómo mierda entraste?!– gruñó Bakugo, soltando explosiones amenazantes.

-Por la ventana de la habitación.– confesó, sonriendo. –Necesitaba verte, Bakugo-san.

-No sé quién putas eres, ¡pero créeme que voy a hacerte explotar hasta Neptuno!– amenazó, lanzándose contra él, pero el chico lo esquivó.

-¡P-Por favor, solo quiero hablarte!

-¡¡CÁLLATE, EXTRA!!– ordenó, volviendo a atacar.

Pero el chico leía sus ataques sin problemas y, en un abrir y cerrar de ojos, Bakugo estaba sobre el suelo, con aquel chico sentado a horcadas sobre su estómago, inmovilizado sus manos que seguían soltando explosiones.

-Trate de ser bueno, Dynamight… pero no puedo más. Tú te buscaste esto al ser tan malditamente sensual…

❤️💥❤️

Una disculpa por no haber actualizado todo este tiempo, gatitos. Tuve problemas con mi teléfono y recién fue que pude arreglarlo. Peeeeero, como sé que las palabras se las lleva el viento, les dejaré 2 capítulos en compensación.

Omoidasenai -思い出せない-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora