Capítulo XXI: Tan humana

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Skylar

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Comer hamburguesas, papas fritas y refrescos junto a su abuela, Trai en su forma humana y su hermana, se sintió poco menos que irreal.

Audrey se mostró fascinada ante los olores nuevos y aún más cuando degustó la comida. La forma en que saboreaba cada bocado, como si todo fuera algo nuevo, maravilloso y chispeante... Fueron los detalles que despertaron su primer sentimiento real desde que supo que esta había recobrado la consciencia: protección. Skylar haría todo lo que fuese necesario y más con tal de mantener a Addy a salvo.

—Fue una idea muy agradable.

Luego de que terminasen de comer, a Addy se le comenzaron a cerrar los ojos y los tres se quedaron junto a ella hasta que concilió sueño, para luego partir a sus respectivas habitaciones. Skylar y Trai con la intención de asearse, mientras que Marion aprovecharía la oportunidad para dormir un par de horas, algo que Skylar apoyó totalmente. Su abuela necesitaba un merecido descanso.

—¿Lo dices por la comida? —preguntó Skylar con una sonrisa relajada. Luego de comer se sintió con energías renovadas, lo que le implicó un cambio más que grato para variar.

Traian y ella caminaban hacía sus habitaciones sin prisa, disfrutando de la compañía del otro luego de la mañanita a la que tuvieron que hacer frente. Primero lo de Amanda, luego su duelo, el despertar de Addy y por su parte, su reciente conversación con Ragnor. Conversación que por cierto tendría que compartir con su jinete, solo que más tarde. Ahora, lo único que le apetecía era relajarse junto a él.

Habían sido suficientes emociones para un solo día.

Trai asintió devolviéndole el gesto.

—Me trajo buenos recuerdos y creo que es lo que ustedes necesitan justo ahora, crear nuevos y buenos recuerdos.

—Yo por mi parte, creo que eso es lo que todos necesitamos. —Sky cruzó las manos tras su espalda y una idea chispeó en su cabeza— Ahora que lo mencionas, hace rato hiciste alusión a tu poco conocimiento cinematográfico y creo que es más que necesario que hagamos algo para corregir eso, en especial ahora que ya te has incorporado oficialmente al mundo de los hombres y mujeres humano-fantásticos del siglo XXI.

Una sonrisa bailó en los labios de Trai.

—¿Humano-fantásticos?

—Ajá —asintió Skylar con entusiasmo—. Así que, ¿qué te parece si tú y yo tenemos una noche de películas?

—¿Noche de películas...? —La sombra de un rubor atravesó el rostro del muchacho, que se detuvo en medio de su marcha.

—Bueno... sí —prosiguió Skylar ruborizándose y deteniéndose también—. Podría ser nuestra segunda "junta casual". Podemos empezar con una buena película y luego, ¿quién sabe? Tal vez nos aloquemos un poco y termine introduciéndote al maravilloso mundo de las sagas y las series de Netflix —añadió, pinchándole con el índice en el brazo y vaya que era un brazo muy bien formado y fuerte...

El corazón de Trai reaccionó con tal intensidad que Skylar pudo sentirlo desde su lado del vínculo. El suyo propio siguió su ejemplo y una imagen vívida y maravillosamente real invadió sus pensamientos. De pronto se vio a sí misma junto a Trai viendo una película indistinta en una laptop indistinta, sentados en la alfombra de su habitación, los dedos de este último entrelazándose con los suyos, atrayendo su atención. El creciente deseo de saciar su necesidad de él junto con la idea de fundirse en sus brazos apenas la dejaba respirar y solo podía pensar en la sensación añorada de sus labios sobre los de ella, devolviéndole el aire que le faltaba cuando no se encontraba cerca... Joder, no quería ver ninguna película. Lo quería a él. Lo necesitaba a él.

El legado de Orión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora