Capítulo 9: ¿Día de Chicas?.

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Alejandra.

Esta bien, él está enfadado por qué le he robado el pañuelo, no vamos a hablar de lo que paso anoche entre nosotros. 

Eso no le importa. 

Niego la punzada que siento en el pecho. Me suelta el brazo y me vuelve arrinconar contra la pared. Me examina detenidamente y su respiración comienza a agitarse. Sigo desviando mi mirada.

- Aprovechaste lo que paso para robarme el pañuelo.

- Espera ¿qué?

- Anoche, me utilizaste.

Mi cara debe ser un poema ahora mismo, siento como me queman las mejillas.

- Yo no te utilicé – le señalo con el dedo y se aleja un poco, solo un poco. Ahora, soy yo la enfadada – Cogí el pañuelo cuando me desperté a hacer...al baño.

Bosco se inclina hacía mi, sus labios están a unos centímetros de los míos. Mi respiración se agita, entrecierro los ojos, mientras roza la punta de su nariz con la punta de la mía. Creo que voy a desmayarme...

- Tú...¿hiciste popo en mi váter?

- Eres idiota – le empujo y él se ríe.

- Has hecho trampas, peque – me acusa con una sonrisa perfecta. Parece que se ha esfumado todo su enfado – has jugado sucio.

- Vale, he jugado sucio, pero no e hecho trampas.

- ¿Así es cómo quieres llevar la competición? - me encojo de hombros.

Bosco se muerde el labio de abajo. Mi corazón da un vuelco. Vuelve a colocar una mano al lado de mi cabeza y otra al lado de mi cintura. Se inclina hacía mi. Tenerlo tan cerca hace que vuelva a recordar la sensación de su erección contra mis riñones. Me ruborizo, pero lo enfrentó.

- Luego no vengas llorando – me susurra al oido.

Arqueó sin poder evitarlo la espalda, como si mi cuerpo fuera atraído por el suyo como un imán. Detengo mis caderas a mitad camino. Le sonrió desafiante y su mirada se oscurece.

- Preparate peque – me avisa alejándose despacio, sin dejar de mirar mis labios.

- Estoy esperando – lo desafió. Bosco suelta una risa nerviosa y se impulsa con las manos para separarse de mi.

Veo a Lena apoyada en al marco de la puerta doble con expresión preocupada. Bosco baja por las escaleras.

- ¿Todo bien? - Afirmó con la cabeza distraída – ¿Anoche paso algo entre los dos?

Por un momento pienso en ser sincera, pero sé con seguridad que Bosco no ha contado nada, es muy discreto con esas cosas. No se por que niego con la cabeza, pero no es el lugar para contar algo así.

Aunque tengo que contárselo sí o sí. No contarle lo mucho que me he sentido atraída estos años atrás por Bosco, por vergüenza, después de lo mucho que lo he criticado, es una cosa. Ocultarle lo de anoche es otra.

- Tenemos que ir a hablar con Luís, contarle todo para que esté al tanto.

Lena sonríe animada y me coge del brazo.

* * *

Resulta que cuando Bosco me dijo que iba a jugar sucio, lo dijo de verdad. Han convocado una reunión de urgencia por el grupo. Bosco ha corrido la voz de que quiere saber quien es "la topo", quiere hacer un trato con ella.

Estoy esperando a todas en el campo de baloncesto que hay detrás de mi casa. En realidad es un descampado en el que colocaron una cancha de baloncesto y unas porterías. Aquí es donde vengo a practicar cuando no tengo entreno.

El juego del pañuelo [Saga: NOSOTROS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora