Capítulo 21: La fiesta.

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Alejandra.

- ¿lo hueles? - pregunta Jomy.

Estamos en el baño de mi madre arreglándonos, por que es más grande y tiene mejor luz. Habíamos quedado los tres en vestirnos y maquillarnos en mi casa y luego salir juntos para la fiesta, pero Lena a dicho que se le hacía tarde y que iría por su cuenta.

Es una pena, quería aprovechar para contarle todo. Tengo un poco de miedo en tardar tanto y que pueda acabar enfadándose por no habérselo dicho antes.

Jomy esta terminando de pintarme las pestañas. Arrugo la nariz e intento oler lo que él huele.

- Yo no huelo nada.

- ¿No? Yo huelo a sexo, nena – bromea. No puedo evitar soltar una carcajada.

- Cállate, loco – le chisto poniéndome un dedo en el labio, mi madre podría oírnos.

Jomy se pone a mover las caderas de manera sexi, imitando que práctica sexo y yo me llevo las manos a la cara, muerta de la vergüenza.

- Ni se te ocurra – me quita las manos, justo antes de llegar a mi cara – estropearas mi obra de arte.

- Perdona – le digo entre risas.

Cuando termina de maquillarme, me hace cerrar los ojos para echarme una foto y luego abrirlos: foto. 

Ladear la cabeza y bajar un poco los párpados: foto. 

De perfil: foto...

- Jomy – me quejo.

- Deliciosa – me dice – ¿y que me dices el vestido que te he conseguido?

- que has robado del armario de tu hermana – le corrijo.

- Bah, a ella no le importará, tampoco va ha enterarse – se encoge de hombros, sacando la punta de la lengua.

Me miro en el espejo. Es un vestido negro de tirantes, la tela es muy fina. Se ajusta en mi pecho y mis caderas, es de largo casi hasta los talones y lleva una abertura hasta el muslo. Es bastante impresionante.

Jomy me ha planchado el pelo, que llega hasta la cintura y el maquillaje, o, Dios. Mio. Es espectacular. Combina a la perfección con el vestido. Me ha puesto un poco de color en los ojos y unos brillantitos, que en principio creía que quedarían demasiado ostentosos, pero nada que ver. Llevo un labial sutil. Estoy sencilla pero muy sexi. Jolin, me veo realmente guapa.

- Madre miá, Jomy, eres brillante – le alabo.

- Lose, Nena – fanfarronea, pero noto cómo se emociona por el cumplido – la modelo también hace mucho.

Le sonrió algo tímida. Sí, estoy guapa. A ver, yo sé que soy guapa, no voy a ser la típica que finge modestia o que no sabe que es bonita. Pero nunca se me ha dado bien encajar los cumplidos. A pesar de que siempre quiero quedar por encima y ser el centro de atención, eso solo compete a si Bosco esta en medio.

- ¿Pero esta preciosidad es mi hija? - mi madre entra en acción - ¿cuando te has hecho tan mayor? - me sujeta por los hombros, para verme mejor. Jomy carraspea – oh, claro, por descontado tú también estas increíble Jomy – Jomy sonríe satisfecho – Muy a conjunto.

- Pues claro, hemos decido ir de negro los tres.

Jomy lleva unas mallas negras, una cadena bordeando su cintura desnuda y un top del mismo color. Unas zapatillas, de marca, de color negra y, como no podía ser de otra manera en él, unos calcetines de rejilla negros que le llegan hasta las pantorrillas.

- ¿Estáis listos pues? - pregunta mamá. Ella nos acercará en coche antes de irse a trabajar.

- Me falta una cosa – dice Jomy.

El juego del pañuelo [Saga: NOSOTROS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora