Alejandra.
Bosco me coge de la mano y me mete dentro del baño. Yo me dejo arrastrar por él. La verdad, ahora mismo no se ni seguir respirando. Mira con los ojos entrecerrados los cubículos, se decide por el que esta junto a la pared y me hace entrar.
Estoy de acuerdo con tener una conversación privada ¿pero hacía falta meterse en el baño?
Bosco coloca sus manos en mi cadera y me dirige suavemente hacia atrás, arqueo un poco la espalda por el contacto frio con la piel desnuda. Él lo interpreta como una invitación para que se acerque y pega su cuerpo al mío. Una punzada de deseo me recorre de arriba a abajo.
- Bosco - la voz se me queda atascada en la garganta.
Me acaricia la mejilla y su pulgar recorre mis labios. La emoción de la anticipación bombea ardiente a través de mí. No puedo creer que esto este volviendo a pasar. Se arrodilla.
- ¿Qué estas haciendo? - pregunto en voz baja.
- Enseñarte lo que quiero de ti - murmura sensual, provocándome un aluvión de excitación palpitante - desde que te he visto con este vestido, no he pensado en otra cosa - acompaña sus palabras con ligeras caricias en mi muslo.
Sus manos se pierden debajo de mi vestido. Ya estoy ansiosa cuando su pulgar encuentra mi centro y lo presiona. No puedo evitar que mis caderas se sacudan. Sus dedos empiezan a trazar círculos apretados.
Comienzo a jadear mientras el sigue con sus juegos de manos entre mis piernas. Con el frenesí inyectado en mi sangre, no me he dado cuenta de que Bosco me ha sujetado por detrás de la rodilla y me la ha apoyado en uno de sus hombros.
Noto cómo acerca su boca hasta mis partes más blandas. Lo observo desde arriba con el corazón desbocado. Me sonríe, antes de ver cómo saca su lengua y recorre mi sensibilidad. La sensación de su lengua sobre mí, aunque sea a través de la tela, hace que me recorra un escalofrío y enrosco los dedos de los pies.
Separa mi ropa intima. Ahora su lengua esta lamiendo directamente mi humedad, suelto un gritito cuando la intensa espiral de placer se hace casi insoportable.
Me coge el trasero con las dos manos para sostenerme contra su boca, mientras yo no dejo de mover mis cadera contra su lengua.
Él enrosca su lengua dentro de mi y mientras la guiá contra mi puntito sensible, noto como introduce primero uno y luego dos dedos.
Me tapo la boca con la mano, por que mis jadeos están empezando a ser muy escandalosos y tengo que recordarme que estamos en un baño público.
Me absorbe una y otra vez, mientras no deja de meter y sacar los dedos y entonces estallo.
Me rompo de placer contra su boca y él parece encantado.
Sigo jadeando cuando se pone de pie, me mira intensamente y se relame los labios hinchados.
- Esto es lo que quiero.
Bosco.
La película al final no ha estado del todo mal. Ya estamos en el coche de vuelta a casa. Mari y Mama, junto con Alex, no dejan de comentar la película animadas.
Cuando le pedí a Mama que me incluyera en el plan de esta tarde, tenía intención de sonsacarle información a mi vecina sobre donde estaba el pañuelo. Aunque creo que era lo que me decía a mí mismo, para no admitir que tenía ganas de estar con ella.
Yo tenía muy claro que no quería una relación sería, aún no, pero habiendo pasado esa linea con Alex no puedo pretender dejarlo ahí.
Quiero más, quiero más de ella. Lo quiero todo.
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El juego del pañuelo [Saga: NOSOTROS]
Teen FictionQue difícil es aceptar que sientes una indecente y colosal atracción por el chico al que has odiado toda tu vida. Qué complicado es estar enamorado locamente de una chica, pero no sentirte preparado para tener una relación seria. Bosco y Alejandra...