Capítulo 23: Traiciones.

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Bosco.

No puedo evitar reprimir la sonrisa, viendo como las mejillas de mi vecina preferida se colorean de rabia. Intento calmar a los chicos, pero están llenos de energía y euforia por la situación.

- Niños compórtense – bromeo, metiéndome entre ellos, hasta llegar a Kevin, que apenas se sostiene del mareo que lleva – Gracias por tu servicio soldado – me mofo con voz autoritaria, provocando una risa a mi alrededor.

Escucho a las chicas murmurar entre ellas, confundidas. Alguien vuelve a encender la música, pero vuelven a bajar la voz, lo que provoca muchas quejas.

- ¡Un segundo! ¡Un segundo! - escucho sobresalir la voz de Estela – Creo que a estas alturas de la noche, podríamos dedicarla a jugar a algo. Quizá...¿verdad o reto?

Algunos aplauden la idea y comienzan a hacer los preparativos. Mis compañeros se unen a jugar y yo estoy apunto de acercarme a la barra a por una cerveza cuando escucho como animan a alguien en particular a que juegue.

Ni de puta coña...

Alex niega con las manos, pero sus inseparables insisten y la sientan a empujones en el circulo. Mierda, esto se va a poner incomodo. No puedo ir delante de todos y obligarle a que no juegue ¿no?

Joder, me odiaría si hiciera algo así.

Pero no se si voy a soportar ver como se besa con alguien, si la retan a ello. No lo voy a aguantar y al mismo tiempo quiero ver si ella es capaz, por que me daría las claves de lo que siente por mi, si es algo más que físico o sí ella quiere empezar una relación conmigo de verdad, por que si se besa con alguien que no sea yo se acabó y quizá sea esa la solución a mis problemas de autocontrol.

Me siento en el circulo, sin dejar de mirarla, estoy enfadado y espero que lo lea en mi cara y, como siempre, cuando me mira y detecta mi animo, levanta la cabeza desafiándome, por que ella no deja que nadie le diga lo que tiene que hacer, mejor dicho, no me permite que yo me sobreponga a ella.

La cosa no pinta bien.

Estoy tan tenso, que la mandíbula comienza a dolerme de lo mucho que estoy apretando los dientes. La botella la ha señalado a ella, por que, al parecer, es la hora de ver cuanto puedo soportar, y a decidido "verdad". Un tío, que ni me digno a mirar, le pregunta que diga cual es su fantasía sexual. 

Hijo de puta

Mis nervios comienzan a superarme hasta que la veo mirarme y sonrojarse. Me relajo sobremanera por que sé que su fantasía es conmigo y le sonrió descaradamente, haciendo que se sonroje aún más.

Joder estoy teniendo tantos cambios de humor en apenas minutos, que estoy empezando a preocuparme de verdad por mi salud mental.

- No se – murmura. Los demás le animan – Supongo que alguna vez me he imaginado untando de leche condensada alguna parte del cuerpo masculina – dice e un hilo de voz.

-¿Qué parte? - Pregunta Marcos entre risas.

- pues no se...Los abdominales – susurra y se encoge de hombros poniendo cara de niña buena. Joder esta tan sexi, tan inocente que una parte especial de mi anatomía comienza a tener vida propia – ya esta, siguiente – dice apurada.

Suspiro tranquilo. No presto atención a los otros, me limito a beber de la cerveza que Carmina se ha ofrecido a traerme y a reírme de idioteces con el gorras. Hasta que es Lucas quien rueda la botella, la gira y señala a Estela. Ella sonríe feliz.

- ¿Verdad o reto? - pregunta ansioso. 

- Mmm verdad – responde con voz melosa.

- Vale Estelita me gustaría saber...¿cuándo fue la última vez que tuviste una relación sexual?

El juego del pañuelo [Saga: NOSOTROS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora