Bosco.
No puedo evitar reprimir la sonrisa, viendo como las mejillas de mi vecina preferida se colorean de rabia. Intento calmar a los chicos, pero están llenos de energía y euforia por la situación.
- Niños compórtense – bromeo, metiéndome entre ellos, hasta llegar a Kevin, que apenas se sostiene del mareo que lleva – Gracias por tu servicio soldado – me mofo con voz autoritaria, provocando una risa a mi alrededor.
Escucho a las chicas murmurar entre ellas, confundidas. Alguien vuelve a encender la música, pero vuelven a bajar la voz, lo que provoca muchas quejas.
- ¡Un segundo! ¡Un segundo! - escucho sobresalir la voz de Estela – Creo que a estas alturas de la noche, podríamos dedicarla a jugar a algo. Quizá...¿verdad o reto?
Algunos aplauden la idea y comienzan a hacer los preparativos. Mis compañeros se unen a jugar y yo estoy apunto de acercarme a la barra a por una cerveza cuando escucho como animan a alguien en particular a que juegue.
Ni de puta coña...
Alex niega con las manos, pero sus inseparables insisten y la sientan a empujones en el circulo. Mierda, esto se va a poner incomodo. No puedo ir delante de todos y obligarle a que no juegue ¿no?
Joder, me odiaría si hiciera algo así.
Pero no se si voy a soportar ver como se besa con alguien, si la retan a ello. No lo voy a aguantar y al mismo tiempo quiero ver si ella es capaz, por que me daría las claves de lo que siente por mi, si es algo más que físico o sí ella quiere empezar una relación conmigo de verdad, por que si se besa con alguien que no sea yo se acabó y quizá sea esa la solución a mis problemas de autocontrol.
Me siento en el circulo, sin dejar de mirarla, estoy enfadado y espero que lo lea en mi cara y, como siempre, cuando me mira y detecta mi animo, levanta la cabeza desafiándome, por que ella no deja que nadie le diga lo que tiene que hacer, mejor dicho, no me permite que yo me sobreponga a ella.
La cosa no pinta bien.
Estoy tan tenso, que la mandíbula comienza a dolerme de lo mucho que estoy apretando los dientes. La botella la ha señalado a ella, por que, al parecer, es la hora de ver cuanto puedo soportar, y a decidido "verdad". Un tío, que ni me digno a mirar, le pregunta que diga cual es su fantasía sexual.
Hijo de puta.
Mis nervios comienzan a superarme hasta que la veo mirarme y sonrojarse. Me relajo sobremanera por que sé que su fantasía es conmigo y le sonrió descaradamente, haciendo que se sonroje aún más.
Joder estoy teniendo tantos cambios de humor en apenas minutos, que estoy empezando a preocuparme de verdad por mi salud mental.
- No se – murmura. Los demás le animan – Supongo que alguna vez me he imaginado untando de leche condensada alguna parte del cuerpo masculina – dice e un hilo de voz.
-¿Qué parte? - Pregunta Marcos entre risas.
- pues no se...Los abdominales – susurra y se encoge de hombros poniendo cara de niña buena. Joder esta tan sexi, tan inocente que una parte especial de mi anatomía comienza a tener vida propia – ya esta, siguiente – dice apurada.
Suspiro tranquilo. No presto atención a los otros, me limito a beber de la cerveza que Carmina se ha ofrecido a traerme y a reírme de idioteces con el gorras. Hasta que es Lucas quien rueda la botella, la gira y señala a Estela. Ella sonríe feliz.
- ¿Verdad o reto? - pregunta ansioso.
- Mmm verdad – responde con voz melosa.
- Vale Estelita me gustaría saber...¿cuándo fue la última vez que tuviste una relación sexual?
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El juego del pañuelo [Saga: NOSOTROS]
Roman pour AdolescentsQue difícil es aceptar que sientes una indecente y colosal atracción por el chico al que has odiado toda tu vida. Qué complicado es estar enamorado locamente de una chica, pero no sentirte preparado para tener una relación seria. Bosco y Alejandra...