Sucesos || 4

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Katya Petrova

Mierda.

Era una maldita mano.

Noté por el rabillo del ojo como Elaine me miraba con curiosidad, ella dirigió la vista hacía el punto en exacto en el cuál yo estaba viendo, acto seguido soltó un grito lleno de terror.

Mala idea, Dubois.

La profesora y los otros alumnos que estaban allí nos miraron y dirigieron la mirada a el perro, perro que estaba lamiendo la mano.

Lo más normal que haría una persona al ver una mano humana sería gritar como lo hizo Elaine, por otro lado los demás no gritaron ya que como dije anteriormente, estábamos acostumbrados a este tipo de sucesos.

La morena se alejó de la puerta y con pasos cuidadosos, sin importarle que siguiera lloviendo,  se acercó a el perro que retrocedió al ver como se acercaba. Ella se agachó y con la mirada analizó la mano que reposaba en el césped.

Elaine tenía la vista perdida en la dirección de la cual había salido el perro, como si analizará la situación. Camine a pasos lentos para no alarmar a el perro, que al acercarme me lanzo un gruñido, me agache al lado de la profesora Morales y mire con atención la mano que se encontraba en el césped.

—Perrito. —Llamó Morales a el Can que nos miraba con atención. Ella se acercó a el y con precaución acarició una de sus orejas—. ¿Me llevarías a el lugar en el cuál encontraste esto?

El perro en respuesta se dio la vuelta para que lo siguiéramos. La profesora se dio la vuelta y nos miró.

—Quédense aquí, yo iré a averiguar de dónde carajos salió está mano, Katya. —La miré —. Acompáñame.

Seguí a la profesora a pasos rápidos, el Can iba adelante, corriendo entre todos los árboles mientras que la profesora y yo tratábamos de seguirle el paso. Luego de un par de minutos corriendo el perro por fin se paró, sentándose en el suelo, dándonos a entender que ya habíamos llegado.

Observé todo el lugar con atención, estaba lleno de arboles por doquier mientras que había un pequeño lago en el lado izquierdo, mi vista se dirigió a un tronco hueco, tronco en el que se encontraba el cadáver.

Era un tronco hueco, dentro de él se encontraba el cuerpo de por lo que pude ver era un hombre, sus pies sobresalían del tronco y a un lado de el, un poco alejado del cadáver se encontraba la parte de arriba de su cuerpo. Si, estaba prácticamente cortado por la mitad.

De la parte de la cintura para arriba estaba alejada en un lado, mientras que de la cintura para abajo estaba dentro del tronco. Algo confuso de explicar.

Me acerque con lentitud a la parte de su torso, noté que a uno de sus brazos le faltaba una mano, mano que de seguro había agarrado el perro para comerse.

La profesora Morales tenía el ceño fruncido, todavía sin entender lo que estaba presenciando  sus ojos.

—¿Qué… qué es esto?

—No lo sé, lo único de lo que estoy segura es que es un cadáver.

—¿Qué mierda está pasando en este lugar?

—No sabía cómo responderle pero, lo único que tengo claro es que tiene que ver con la muerte de Popov. —Observe el trono con atención—. Pero pronto descubriremos que tiene que ver este cadáver con el asesinato de Alexander, pronto.

(. . .)

—¿Me podrías volver a explicar?

Por quinta vez mi mano golpeó mi frente de una forma fuerte, el sonido inundó la habitación y Cailin me regaló una sonrisa nerviosa. Luego de encontrar el cadáver que fué identificado como Liam Brown, se comenzó una investigación sobre su muerte ya que había sospechas de que el asesinato de Popov y el de Brown estaban relacionados de alguna manera. Nuevamente las clases fueron canceladas y aquí estaba: explicándole a la de cabello Rosita, que parece no tener cerebro, la tarea que no entendía.

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