Témpano de hielo|| 25

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Cassandra Richard

Mantenía mis ojos clavados en el de cabello rojo que se encontraba a un par de sillas de mí, mi mente creaba de manera rápida un plan, uno para acercarme a el sin que fuera sospechoso.

Porque sí, no había tenido interacción con el cara de culo de Gael.

Sus ojos se encontraban clavados en el pizarrón, ignorando todo lo que habitaba en su alrededor. Era como si se encontrara atrapado en una burbuja que impedía que los mutantes llamados "Seres humanos" invadieran su espacio personal.

Mordí mi lapicero mientras mantenía mis ojos clavados intensamente en el.

¿Cómo yo? La persona que detesta tener contacto con otros organismos vivos creará un vínculo con otro de su especie que al respirar desea morir.

Espera a que el destino te junte con el, mantenerte sentada mientras esperas pacientemente será mejor que acercarte.

Si espero que el universo haga de las suyas tardaré más tiempo del necesario, y ya la intensa de la perfecta quiere resultados.

Pero ella no sabe que todavía no has iniciado, cuando se entere te matará.

Nadie le dirá, así de fácil.

El profesor de literatura entro al lugar, tomé aire para iniciar a anotar la clase. Durante toda la charla del profesor mi mente estaba en otro lado, era como si se hubiera tomado unas vacaciones a Dubai y no quisiese regresar.

Deberíamos de visitar Dubai nuevamente.

Luego, ya lo hicimos el año pasado.

Pero no nos vendría mal volver a ir.

Mis ojos recayeron cobre el pelirrojo que se mantenía con el ceño ligeramente fruncí en dirección a la ventana. Seguí el camino de sus ojos hasta allí, ese punto fijo que observaba con una atención penetrante.

Estaba tan desconcentra que no me había dado siquiera cuenta de cuando inicio a llover. Las gotas de agua caían rápidamente sobre las flores y el césped del patio, dándole un color vibrante a estos.

Amo la lluvia.

La tranquilidad que ella transmite es tan… perfecta. El olor a tierra mojada, el sonido al chapotear contra el suelo, la paz que se siente al sentir la impactar contra la piel era simplemente única.

Cassandra Richard amando algo, eso ya es una novedad.

Con tal de que no sea una persona todo bien.

— La dinámica de nuestra clase será la siguiente: — informó el señor de barba blanca, causando que llevará mis ojos hacia el de forma cansada—. Crearán parejas de dos, y entre ustedes darán ideas para un poema o cuento corto, yo les entregaré un papel en el cual aparecerá el punto clave de la trama.

Estiré mi mano, haciendo que mi cara descansara en la palma de esta. Ese señor solo sabe hablar, puro bla bla bla, ¿No sé cansará de ser tan irritante?

Deberíamos matarlo.

O provocar que decida dejar de existir por decisión propia.

Ignore de manera rotunda la palabrería que soltaba el imbécil del señor que se hacía llamar "mi profesor", y decidí seguir observando lo linda de la lluvia.

Luego de mantenerme en otro mundo, enfocada en todo menos en la clase de literatura oí mi nombre ser dicho con aburrimiento:

— Cassandra Richard y… — el metió la mano en una bolsa, dándome a entender que elegiría a las parejas mediante la única y confiable "suerte"

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