Fuera máscara || 11

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Katya Petrova

Los gritos de todas las personas resonaban por las instalaciones, el terror de los estudiantes se podía sentir en el ambiente, las respiraciones exaltadas de los profesores eran una de las razones por las cuales los nervios de la menor de las gallinas estaba tan nerviosa.

La sangre goteaba lentamente del techo, dejando a la vista de todos la terrorífica escena.

Un muerto.

El director del internado.

Su cabeza se encontraba tirada en un lado de la escena del presunto crimen, mientras que su cuerpo estaba dispersado por diferentes partes del lugar, cortados en trozos perfectos.

La sangre esparcida por el suelo blanco como la perla más brillante estaba teñido de ese color tan característico de la sangre.

Todos estaban totalmente sorprendidos, ¿Cómo no estarlo? No era algo común encontrar el cuerpo de tu director tirado en las instalaciones en la cuál estudias.

El sonido de la ambulancia se escuchó a lo lejos, dejando entrar a varias personas que examinaran el cadáver.

Tres muertes en menos de un mes.

Ok, les daré un resumen de lo que está pasando.

Me desperté, dispuesta a comenzar mis hermosas y queridas clases (nótese el sarcasmo), al levantarme había un gran alboroto el cuál pensé que era por alguna fiesta que estaban planeando o yo que sé, cuando no era así, en realidad era el cadáver de nuestro hermoso director muerto.

Que mejor manera de comenzar un viernes por la mañana.

¡Cierto! Hoy es viernes.

Qué emoción.

Veamos, ¿Qué tenemos en nuestra agenda?

Nada, quedarnos como normalmente lo hacemos.

¡Cierto! Me olvidaba de eso.

Cállate, das pena ajena.

—¡Vuelvan a sus clases! — ordenó la profesora Morales—. Todos regresen a sus labores cotidianos, nosotros nos encargaremos de este incidente — « le dice incidente a un asesinato»—. Los estudiantes de la rama médica se quedan conmigo aquí.

Interesante, ahora sí tenemos algo que hacer en nuestra gran agenda.

Todos se alejaron, y a lo lejos, escuché la voz asustada de una de las recién llegadas:

—¿Qué está pasando aquí? — interrogó alarmada en un susurró JeongJeong.

—Mejor dejémosle el trabajo a los adultos, no nos metamos en esos temas — inquirió Julian.

—¡Como que no! Acaban de asesinar a el director de las instalaciones, eso debe de alarmar nos — exclamó bastante alto Tea, causando que varios alumnos la observaron, con una notable cara de invitación a que se quedarán callados.

—Mejor tratamos este tema a solas — comentó Gael, alejando se de todos nosotros.

Sentí un apretón de brazo, volteé a ver en la dirección de él y vi la cara de la enana y chillona de Cailin.

Ya me había olvidado de ella.

—¿Estás bien? — pregunté por cortesía. Ella asintió.

—Eso… eso creo pero, ¿Tú estás bien? Te tendrás que quedar aquí, viendo esto ¿no necesitas compañía? — hablo rápidamente. Negué extrañada, de aquí a cuando se preocupaba por mí.

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