No todo es de color rosa || 27

15 8 40
                                    

Cassedy Richard

Ella no tenía vida.

Sus ojos ya no brillaban, poseían un color opaco, vacío, dando a entender que su vida había desaparecido de su cuerpo.

Sus labios ligeramente morados, el cabello amarillo y verde desordenado, tanto así que asimilaba la forma de un nido de pájaros.

El característico uniforme de la institución manchado de ese líquido carmesí espeso con olor metálico. Había una gran mancha en su estómago, dando a entender a primera vista que había muerto por una hemorragia.

Sentí las lágrimas deslizarse lentamente por mis mejillas, lo salado de estas se sintió al tocar mis labios, los relami, presionando mis brazos a ambos lados de mi cuerpo.

Todos mantenían caras sorprendidas, unos lloraban y otros tomaban fotos.

«Las personas son demasiado insensibles ante tales temas»

Es como si pensaran que tomarle fotos a un cadáver no se viera mal.

Mi cuerpo temblaba ligeramente. Era demasiada sangre, tanta así que me daban ganas de vomitar.

« Y eso que estaba acostumbrada a verla, y hasta causarla »

Es irónico que llore por algo que yo hago todos los días.

El sentimiento de culpa se alojó en mi pecho, presionando este con fuerza, causando así que sintiera como el aire dejaba mis pulmones cada cierto tiempo.

Me abracé a mi misma, escuchando esas distintas voces que repetían de manera constante la misma palabra: eres un monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

Monstruo.

KUZNETSOV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora