Nuevos estudiantes || 8

40 20 57
                                    

Katya Petrova

-¿Qué tal te sientes? -interrogó Leonardo con una ceja enarcada.

Respiré profundamente y le di una sonrisa, luego de lo que pasó no pude recordar que fue lo que sucedió para que yo llegará a ese lugar, no hubieron grabaciones ni nada, era como si hubiera aparecido allí y listo. Mi mente quedó en blanco, sin nada, ni una idea o sugerencia de lo que pudo haber pasado, no tenía nada.

Levanté mi mirada regalándole otra sonrisa.

-Si, si estoy mejor, claro que sí lo estoy -le respondí.

-En vez de una respuesta parece que te estuvieras convenciendo a tí misma -comento Cassandra con una pequeña mueca de fastidio.

-¿Enserio te sientes bien o solamente lo dices para no preocuparnos? -indagó Casey.

Rodé los ojos fastidiada.

-Estoy bien ¿Ok? ¿Por qué les mentiría? No tendría que hacerlo.

-Como normalmente eso es lo que haces... -susurro Casey y noté como Cassandra le pellizco el brazo.

Me metí un bocado del puré de papa que siempre daban aquí y lo mastique, el vaso de jugo de naranja fué a parar en mi boca, dándole un largo trago. Los chicos se pusieron a hablar mientras que yo me preguntaba dónde estaba Daniel.

-Ya llegué -se escuchó la voz del antes mencionado, mi mirada se dirigió a él. Arrugué las cejas al notar que tenía una herida en el labio y en el pómulo.

-Tardaste mucho -le reprochó Casey con una mueca.

-¿Qué te pasó? -le pregunté refiriéndome a las heridas que tenía. El frunció el ceño, luego estiró sus cejas y soltó una pequeña risa.

-Me pelee con unas personas, ya sabes, saldando cuentas -respondió sentándose en la silla para después ponerse a comer -. ¿Y tu?

Fruncí el ceño.

-¿Yo qué?

-¿Porqué tienes ese yeso en la mano y porque llevas esa venda en la cabeza? - preguntó como si nada, como si no recordará o supiera que tuve un "accidente", así lo llamaría hasta aque descubra que pasó, en fin.

Abrí mi boca ligeramente, asombrada por su pregunta. Casey notó mi reacción y se echo a reír.

-El te está preguntando eso porque su papá, en la noche cuando tú apareciste en el sótano el estaba fuera del internado ya que debía resolver unos problemas -se adelantó a Daniel. Ella lo miró de arriba a bajo mordiéndose un labio, cosa que hacía siempre cuando se ponía a pensar o a observar con atención a alguien -. No sabía que ibas a llegar así, de adolorido.

-Eso es cierto, eso fue lo que pasó -Daniel apoyo lo que dijo Casey. Asentí lentamente, fijando mi vista en la manzana que quedaba en mi plato.

Voltee mis ojos a la dirección de Ivan que estaba atento a su celular, dándole igual lo que pasaba a su alrededor. Estire mi cuerpo ligeramente donde está él y empecé a curiosear lo que veía.

-¿De aquí a cuando tan chismosa? -dijo con su vista aún puesta en el aparato. Recosté mi cabeza en su hombro, tratando de no lastimarme el brazo más de lo que ya lo estaba.

-¿De aquí a cuando tan preguntador? - contraataque.

-Dime investigador, preguntador se escucha horrible.

Abrí la boca indignada.

-Ahora además de preguntador, exigente.

El rodó los ojos, regresando su vista a el celular.

KUZNETSOV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora