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Ambos se encontraban desayunando con tranquilidad, esta vez había sido SeokJin el autor del desayuno que ambos degustaron viendo una serie, mientras estaban sentados en el sofá. No había nada fuera de lo común, era como cualquier sábado pasando tiempo juntos.

— Estuvo muy bueno el desayuno, amor — dijo el moreno con una sonrisa.

— Que bueno que te gustara, cielo, hace mucho no cocinaba, ya me acostumbraste a no tener que cocinar — rió un poco mientras se levantaba para llevar los platos al fregadero.

- Espera, cariño, como ya preparaste el desayuno, sería justo que yo lave los platos - el moreno se levantó para ir detrás de su mayor.

- Mmm... bien, te dejaré hacerlo - sonrió y dejó los platos en el fregadero para luego ir al sillón nuevamente y descansar un poco mientras NamJoon lavaba los platos.

Estaba algo inquieto pues en unas horas tendrían que ir a la casa de su abuela para la comida familiar que se hacía en algunos sábados y ese sábado era uno de ellos. Como en la comida debían comportarse como una pareja, Jin había propuesto decirse apodos de pareja desde la mañana para que se les pegaran y así ser más creíbles y hasta él momento había funcionado, por ello seguían háciendo aquello.

- ¿Qué sucede, amor? - preguntó el moreno mientras se sentaba a su lado.

- Nada, sólo estoy algo inquieto - suspiró. - pero no te preocupes, es normal para mí - jugó con los dedos pulgares, rodeando en círculos uno con el otro.

Los movimientos de sus dedos cesaron al ser detenidos por la mano morena. SeokJin miró a NamJoon quien lo veía con uan sonrisa.

- Todavía tenemos tiempo... ¿Por qué no vamos y paseamos por el parque? Puede que eso le calme y podemos comprar un helado si gustas, cariño - propuso con una sonrisa.

SeokJin sonrió y asintió. - Hay que ir -.

Sin decir más ambos se levantaron y después de cerrar la casa se fueron caminando al parque. NamJoon no sabía si estaba bien, pero tenía este dilema de si tomar la mano de su mayor o no, lo pensó un poco, era sábado, así que tomó la mano de su mayor entrelazándola con la de él. Eso asustó un poco a SeokJin ya que lo habían tomado por sorpresa y por ello apartó un poco su mano, háciendo que el moreno se avergonzara y arrepintiera de inmediato de haber hecho eso.

- Lo siento, Hy- amor - se corrigió volteando a otro lado.

- No pasa nada, Namie, es sólo que me sorprendiste - se excusó. - Dame tu mano - extendió su mano para recibir la del moreno que lo miró unos instantes antes de darle su mano, háciendo que el mayor las entrelazara.

NamJoon se sonrojó un poco, tal vez por la vergüenza o quizás por ir por la calle tomado de la mano con su Hyung, como una pareja de verdad, se sentía emocionado, por ello no dejaba de sonreír y SeokJin lo notó por lo que también sonrió al ver la sonrisa de NamJoon y esos lindos hoyuelos.

Nadie dijo nada en el transcurso de la casa al parque, sólo caminaban disfrútando de el paisaje, el sol y sus manos tomadas mientras compartían sonrisas en el rostro y algunas veces balanceaban sus manos tomadas, como si fueran adolescentes enamorados y era demasiado cómodo para ambos.

- ¿Quiere ir por un helado? - preguntó el moreno cuando llegaron al parque.

- Sí, vamos - sonrió.

Ambos sin soltarse de las manos caminaron hacia la heladería más cercana y se acercaron a ver el menú.

- ¿Qué vas a pedir, Jinnie? - preguntó el más alto para luego voltear a verlo.

- Tal vez... un helado de vainilla - respondió y le volteó a ver. - ¿Y tú? -.

— Una malteada de fresa — sonrió.

Me casé con un extraño || NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora