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La alarma sonó avisando que el día había empezado y que tenían que irse al aeropuerto.

SeokJin casi salta de la cama al escuchar la alarma y al estar ya apagada la alarma y el totalmente despierto se dispuso a cambiarse. NamJoon le siguió el paso algo más lento puesto que aún estaba con algo de sueño.

Al estar listos tomaron sus maletas y se dispusieron a irse al aeropuerto. No se despidieron de la mamá de SeokJin puesto que su vuelo salía más tarde que el de ellos, además no querían despertarla sólo para despedirse. SeokJin le dejaría un mensaje en su celular para que ella estuviera enterada.

Ambos tomaron un taxi rumbo al aeropuerto, SeokJin era el más ansioso por llegar, estaba ansioso por su liberación y NamJoon lo sabía por eso se encontraba un poco triste, puesto que no volvería a ver al mayor en un largo tiempo, pero eso no quitaba el hecho de que ayudaría al castaño en lo que fuera para que este alcanzará su felicidad.

Cuando llegaron al aeropuerto todavía tuvieron que esperar alrededor de 1 hora puesto que tenían que hacer el trámite del equipaje, ver la documentación entre otras cosas necesarias para abordar el avión y después de un largo, largo rato para el mayor pudieron abortar en el transporte que los llevaría a su destino.

En el vuelo, NamJoon distrajo a SeokJin de su desesperación viendo películas, escuchando música entre otras actividades que podían llevar a cabo en su lugar.

— Vamos a dormir un poco ¿si Hyung? Tengo algo de sueño — informó el moreno en un bostezo, pues desde que habían abordado tenía sueño por despertarse tan temprano.

— Pero no tengo sueño... quiero estar atento — dijo algo determinado.

— Le volveré a ayudar para dormir si gusta, pero será mejor que ambos durmamos antes de llegar — volvió a decir NamJoon para tomar una de las manos del castaño.

SeokJin la pensó un poco y gracias al toque en su manos suspiró y asintió. — Tienes razón — cedió.

El moreno sonrió. — Ven — dijo para abrir sus brazos en señal de que el mayor ingresara en ellos.

SeokJin se sonrojó un poco, pero aún así se acercó a NamJoon lo abrazó y hundió su cara en su pecho para sentir al instante como era atrapado por esos brazos fuertes que lo abrazaban como a un cristal con miles de líneas en el, a punto de quebrarse, era tan delicado que SeokJin se sentía tan seguro y esa seguridad era algo único que sólo NamJoon sabía brindarle, nunca sintió tanta seguridad con otra persona, sólo con él.

De a poco quedó dormido por las mismas tácticas con las que había caído a los brazos de Morfeo la noche anterior y el moreno por din pudo cumplir sus deseos de descansar un poco más.

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El vuelo aterrizó en su destino, haciendo que los pasajeros bajaran, incluyendo a los casados los cuales iban algo deprisa al hotel donde se quedarían puesto que el castaño no soportaba más la espera de ir a la clínica.

— Hyung, no se apresure, que la cita será hasta mañana en la tarde — dijo el moreno viendo la impaciencia de su mayor.

— Lo sé, lo sé, pero no puedo evitarlo — suspiró sentándose junto al moreno después de haber estado dando varias vueltas en un mismo lugar.

— Mm... ¿Qué tal si vamos a explorar la ciudad para que se distraiga? Además suena interesante explorar España — sonrió el moreno.

— Está bien, tienes razón, necesito distraerme — aceptó con una sonrisa.

El menor asintió para luego levantarse junto a su mayor para salir de su habitación.

Ninguno de los dos sabía español, pero no fue impedimento para visitar varias catedrales, museos, plazas que les ofrecía la pintoresca ciudad de Madrid. SeokJin se olvidó casi por completo de aquel compromiso, sólo disfrutaba con NamJoon de los hermosos lugares. Mientras que NamJoon disfrutaba la compañía de SeokJin, estaba intentando guardar el más mínimo detalle en esta última salida con su mayor. Apreciaba cada mirada, cada sonrisa, cada toque de sus manos con las de él, cada acercamiento, todo, absolutamente cualquier cosa de SeokJin la guardaría consigo hasta su regreso.

Me casé con un extraño || NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora