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Narra Suzuki Aiko.
Un dia habia pasado, mis heridas no eran exageradas pero si dolorosas, bueno ahorita pensando con mucha razon, me hicieron un corte cor el abdomen, no muy profundo pero me limeta ha hacer ciertas cosas y duele.... Me encontraba sentada en la parte de atras de la finca, admirando las flores, despues de todo estoy de “Reposo”
—Aqui estabas, Aiko-chan —Esa voz la reconocería donde fuera, era mi sensei.
—Uzui-sensei.
—Los entrenamientos no son lo mismo sin mi Extravagante alumna! —Dijo y me abrazo.
—S-sensei, aun duele...
—Oh, lo siento —Me bajo con delicadeza — Hinatsuru te mando a llamar.
—Vamos? —Pregunte.
—Vamos.
Solte un suspiro al pensar en la inmensa cicatriz que quedaría en mi abdomen.
—Que sucede? —Pregunto.
—N-no es nada sensei.
—Si, si lo es, te conozco bastante como para que intentes mentirme, sabes?
—Me quedara una gran cicatriz...
—Es eso?
—Se que parece ridiculo pero para mi es algo de importancia.
—No seas tonta Aiko, eres y siempre serás hermosa, con o sin cicatriz, y ademas no creo que te quede una, Makio usa una crema para esto ademas de ser larga mas no profunda, tu tranquila, ademas las cicatrices no te hacen fea. —Dijo mirandome.
—Gracias sensei.
—Sierto, Makio?! —Dijo mi sensei, en que momento llegamos al comedor? Ellas escucharon?.
—Por su puesto, ahí no habra cicatrices bobita, ahora ha comer!