-¡Ahg! ¡Maldita sea!-¿Eh?
Los verdes ojos de la menor se encontraron con aquellos dorados y frios ojos que alguna vez la hicieron suspirar.
Los Kanjis que adornaban aquellos ojos, la frialdad e indiferencia que reflejaban, era como si el mundo entero le diera asco. Lo hacia ver jodidamente guapo.
Que bonitos ojos.
Rápidamente sacudió su cabeza, no podia pelear mientras lo admiraba.
-Tú...
-Si, yo.
Íba a ser interesante, no lo niego. Como cuando peleas con tu ex, pero esta vez con intención de matarse. Que intrigante.
La Katana fué desenfundada, la posición de batalla fue adoptada, y la castaña dirigió todo su "Odio" a su mirada.
Akaza trataba de verse lo mas maldito y perro posible, o ella lo mataba a el, o el a ella.
Claro, el prefería ser quién muriera.
-Y... ¿Me vas a atacar o a besarme? Me estas mirando muy fijamente cazadora.
-Silencio.
El nerviosismo de ambos era gigante.
La pelea empezó, La chica intentaba cortar el cuello de su ex-pareja y el contrarió parecía... Querer besarla.
-¿Y si te vuelves demonio?
-¿Y si te vas a la mierda? O al demonio, ambos funcionan.
La "Pelea" siguió, el tiempo volaba y a la chica el cansancio azotaba.
Fácilmente se podía deducir que llevaban una larga hora peleando.
Los pulmones de la castaña ardían.
La respiración le empezó a faltar.
Tropezó y cayó hacia adelanté.
Más no alcanzó a golpear el duro suelo.
Su contrincante la tomo de la cintura, pegando su cuerpo al de el.
-¿Que te pasa? -Habló el de tez pálida, limpiando las gotas de sangre de la comisura de los labios de la chica.
-¿En que te afecta lo que me pase? -Habló desafiante... Fríamente, acercando su rostro al de cabello rosa.
-En más de lo qué creés... -El también se acercó. Ella lo miraba con los ojos entrecerrados, sin descubrir aún sus intenciones.
-¿Ah si?
-Si.
-Pues vete a la mier-... -No pudo terminar de hablar, Akaza no resistió mas al ver como pasaba su lengua sobre sus propios rosados labios, para humedecerlos. Pero el demonio se lo tomó como una invitación para plantarle un fugaz beso.
El la pegó mas a su cuerpo, los pechos de la chica se aplastaron contra el desnudo pecho de akaza y el lo disfrutó.
Aiko correspondió el beso... Inconscientemente por supuesto.
-Para imbécil... Era matarnos. No besarnos.
-Entonces creó que entendí mal.
-Ya...
-Yo aún te amo ¿Sabés?
-Los hombres mienten, y me consta.
-No soy hombre.
-¿Ah no? ¿Eres un dinosaurio en patines acaso?
-Soy un demonio, Demonio, Hombre, no es lo mismo, "Hombres" yo me los como.
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