~14~

300 21 2
                                    

•||Narra Tanjiro||•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


•||Narra Tanjiro||•

—han pasado cuatro meses desde que Rengoku-san murio

•||Flashblack||•

—Vamos! —Grite— no te caigas Aiko-chan!

—Si!

—Ahora mismo Aiko y yo nos encontramos corriendo sobre la cerca de la finca, mientras Zenitsu y Inozuke levantan rocas.

—Aiko venia detras de mi y todo iva bien hasta que Zenitsu grito.

—KYAAAAAAAAAAA.

—El grito asusto a Aiko, se le subio la adrenalina y casi cae, casi. Yo la logre sujetar de la mano la subi para bajar con mas calma—Te encuentras bien? —Dije ya abajo en el suelo.

—Si. Gracias!

—Luego, siguieron lagartijas, con las niñas mariposa en nuestras espaldas, pero Aiko tenia a nada mas y nada menos que ha Aoi.

—Quedate quieta! —Reprochaba Aiko.

—No te escucho soy de palo tengo orejas de pescado —Canturreteaba Aoi.

—Siquiera esa es la letra correcta?

•||Fin de el Flashback||•

—Nosotros obedecemos ordenes de los pilares durante nuestros descansos cada dia en nuestros entrenamientos, y cada vez que vamos es para acabar con demonios, incluso cuando tenemos que ir fuera debemos hacer nuestros deberes solos, Zenitsu solo se queja. Inozuke ahora tiene mas asaltos de cerdo que nunca, Aiko es amable y arrogante, como siempre, creo que de hecho yo no estoy solo, eso me hace un poco feliz...

—Aiko y yo regresábamos de una mision que salio exitosa...—Estoy cansado.—Suspire.

—Eso es normal.—Dijo ella.

—Derrepente se escucharon gritos, de una voz femenina.

—¡¡DEJANOS IR!! ...—se escuchaba desde lo lejos, Aiko-chan y yo apresuramos el paso.

—Dios mio, solo callate...— se hiso presente una voz masculina que por lo visto Aiko reconoció y golpeó con una tenue fuerza su frente.

—Mierda...—Susurro la mas baja.

•||Narrador ocmisiente||•

—POR FAVOR PARA!!!!! —Gritaban las niñas mariposa, mientras Kanao estaba en su propia lucha interna, decidiendo si salvaba a Aoi y a las demas.

—Pilares.

—Ordenes.

—Monedas.

—Ordenes.

—Shinobu.

—Decisiones.

—Estas palabras atormentaban a la pobre chica, hasta que una imagen de aquel joven peli-rojo con una calida sonrisa le decia; —Sigue tu corazón...— y como el empujón de motivación que chica necesitaba, se lanzo contra su secuestrador.

•|| 𝕷𝖆 𝖀𝖑𝖙𝖎𝖒𝖆 𝕯𝖊 𝕷𝖔𝖘 𝕾𝖚𝖟𝖚𝖐𝖎 ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora