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—Todos los demonio se habian marchado a excepción de uno; era delgado con manchas en su cara y el cabello como verde, simplemente lo ignore y el a mi

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—Todos los demonio se habian marchado a excepción de uno; era delgado con manchas en su cara y el cabello como verde, simplemente lo ignore y el a mi.

—M-maldicion —Dije al sentir una fuerte punzada en el pecho —Tan grave fue? —Dije para mi misma.

—Bueno, si tomas en cuenta de que casi se explotan deliciosamente  tus pulmones —Dijo, su voz era rara.

—Vaya.

—Eran fuertes tus ganas de quedarte con esos cazadores, no? —Pregunto.

—Eh, si son mi familia despues de todo.

—Familia? Nisiquiera comparten sangre.

—Pues si, FAMILIA, por qué? Porque me cuidaron y estuvieron ahí conmigo cuando los necesite.

—Que cursi —Dijo.

—No es mi culpa que a ti no te quiera nadie.—Dije y alzando mis hombros.

—Tengo a Daki.

—Yo digo que solo te usa.

—Ya me caes mal...sabes?

—No era mi intención caerte bien.

—Ash.

—Tampoco pienso quedarme mucho mas tiempo, cuando mucho un mes.

—Piensas escapar? Como? —El dijo como burla.

—Hay si, te lo voy a decir verdad? Para que lo arruines?  Vete al carajo Gyutaro.

—Eres muy arrogante.

—Si. Y que?

—Luego de eso, mas nadie hablo hasta que...

—Eh! Gyutaro! Largo, es mi turno!.

—Ya voy Gyokko, por sierto es una mierda de persona, intenta no ir al psicólogo despues de esto.

—Vale! Ahora, LARGO!
—Gyutaro se marchó — Es un placer para tus ojos señorita poder admirar al gran Gyokko! Como te llamas, simple mortal?

—Suzuki Aiko.

—Suzuki Aiko, es un nombre, hmm, no tan feo.

—Gracias creo.

—Con las horas Gyokko se concentraba en pintar unos jarrones, le quedaban bien para ser sincera.

—Eh, Gyokko

—Gran Gyokko* —Me corrigió — que quieres? Estoy algo ocupado.

—Me daria algo de pintura y pinceles?

—Pintas?! Oh, ya me hacia falta un amigo artista, claro! Ten! Ten todas las que necesites, tomo tambien una hoja y un soporte.

—Gracias, Gyokko-sama! —Dije y empezé a pintar mi cuadro.

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