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•||Narrador ocmisiente||•
—Y ahí se encontraban tres chicos y una chica, trotando colina arriba con troncos en los hombros, cabe recalcar que estos no estaban de el todo curados, pero a estos cuatro nada los detiene.
—Sus personalidades, tan distintas como siempre; Tanjiro tan optimista, positivo y alegre. Inozuke tan competitivo, arrogante y impulsivo. Zenitsu tan frágil, sentimental y sensato. Aiko tan delicada extravagante y competitiva .
—Pero esas diferencias hacian que se complementaran mutuamente de manera perfecta, —Ya no puedo mas... — lloriqueaba un “cansado” Zenitsu.
—Vamos Zenitsu! Hazlo por Nezuko! —Animaba Aiko.
—POR NEZUKO-CHAAAAAAAN —decia el rubio tomando fuerzas para adelantarse a sus amigos.
—NO TAN RAPIDO MONITSU! YO VOY A GANAR! —hablo Inozuke.
—Ni lo sueñes, cerdo! —Ahora hablo Aiko tomando fuerzas para adelantar a Tanjiro, el mas calmado.
—Se van a cansar mas rapido si corren haci...— murmullo Tanjiro a sus tres amigos. Los chicos estaban con el torso desnudo, mientras que Aiko llevaba una venda que cubria sus pechos.
—Maldicion! —Grito Inozuke al ver a Zenitsu llegar primero.
—Ah, maldito cerdo, no sabes decir mi nombre pero para maldecir, para maldecir eres Fino!!!..—se quejó Aiko.
—Callate, Tanko!
—Es AIKO Inozuke, es AIKO!! —Regañaba la castaña.
—Chanko!
—Ya solo falta que me digas chancho...—decia con la voz entre cortada— intenta decir Suzuki.
—Monzuki!
—No!
—Llegué!—Dijo Tanjiro que apenas llegaba al lugar, encontrandose con Aiko y inozuke peleando y a Zenitsu llorando porque sus otros dos compañeros se estaban golpeando...—Que?
—Que de que Gompanchiro?! Tengamos un duelo!!! ...—Exclamo Inozuke.
—Me caes mal maldito cerdo!...—Dijo Aiko.
—Tanjiro solo rio nervioso.
—Aiko-chan!!!!...—Lloraba Zenitsu — voy a morir!!!
—No vas a morir rubio... Lo esta haciendo bien! Y por Nezuko! —Dijo Aiko abrazando a Zenitsu.
—Si, POR NEZUKO-CHAAAAAAAN!!!!
—Quieren agua? —Pregunto una voz femenia...— Oh, perdon por interrumpir, Shinobu-sama vio que dejaron sus camillas, por lo que supuso que vinieron a entrenar y quiso mandarles agua. —La voz era perteneciente a una de las niñas que ayudaban en la finca mariposa.
