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Taemin


Taeyeon pone los ojos en blanco mientras la arrastro a mi dormitorio por segunda noche consecutiva y le doy las buenas noches a Minho, que acaba de despejar mi habitación. Creo que lo más gracioso de todo es que se ha convertido en una rutina para él. Ya ni siquiera se lo cuestiona. Simplemente lo hace.

Le quita la diversión, pero sigue siendo entretenido.

—Esto se está volviendo ridículo, Taemin —Se sienta en el extremo de mi cama mientras esperamos un tiempo prudencial para que Minho se vaya a su habitación—. Estoy bastante segura de que lo sabe.

—Por eso tenemos que hacer que parezca aún más real.

—No creo que doblar la apuesta sea el camino correcto.

Me subo a la cama y empiezo a dar saltos.

—¿Tu madre nunca te dijo que no saltaras en la cama?

—Nunca. Ven a saltar conmigo. Ooh, y hagamos ruidos de sexo mientras estamos en ello.

Taeyeon se levanta.

—Y me voy.

—Yeonie —Me quejo.

—Estás actuando como un loco.

Dejo de saltar y caigo de culo.

—¿Qué crees que hace Minho en su día libre?

—Disfruta de no tener que aguantarte.

Me agarro el corazón.

—Me hieres, querida prometida.

Taeyeon parece avergonzada.

—Sobre eso...

Maldita sea. Sé lo que viene.

Como dijo Minho, llevamos dieciocho meses comprometidos. Los medios de comunicación están empezando a especular sobre si nos vamos a casar alguna vez. El plan original era una boda rápida, pero el mero compromiso atenuó los indeseados rumores que se arremolinaban a mi alrededor.

Pensé que la discográfica nos obligaría a hacerlo después de que se publicara mi canción de "salida del armario", pero la reacción fue mucho menor de lo previsto.

De hecho, la sospecha que rodea mi sexualidad me favorece al mantener mi nombre fresco en los medios de comunicación. Esa es otra de las razones por las que la discográfica es reacia a ir más allá. En este momento, el misterio causa revuelo. El bombo hace que me pidan entrevistas. Las entrevistas venden álbumes.

Taeyeon y yo sabemos que este falso compromiso nunca llegará al altar. Mi carrera no lo necesita. Y ahora que ella ha despegado y se ha hecho un nombre y una marca, tampoco lo necesita.

Me di cuenta la otra noche cuando estábamos en su lanzamiento.

—Tenemos que encontrar la forma de romper sin que se vuelva contra ninguno de los dos —Le digo.

Ella suelta un suspiro como si estuviera a punto de soltarme una bomba para la que no estaba preparado.

—Los dos sabemos que voy a recibir el golpe en eso, pero mi agente dice que estoy en un lugar donde no debería hacer demasiado daño. No si nuestros dos equipos están de acuerdo en darle la vuelta a la tortilla.

—La gente querrá matarte por romper mi pobre corazón.

—Tu pobre, pobre corazón —Dice secamente.

—Oye, tal vez esto provoque algo de inspiración para escribir. Podría lanzar canciones de odio como Taylor Swift.

Ella frunce el ceño.

Danger -2min-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora