Danger -2min-

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Taemin

La última semilla de duda desaparece cuando veo a Minho con su padre. Siempre he sabido que mi macho con su cuerpo duro y su corte de pelo de soldado era un gran blandengue por dentro, pero puede que haya subestimado lo cariñoso y sorprendente que es.

Se sienta junto a la cama de su padre hasta que mi estómago refunfuña por el desayuno que nunca tomamos, y ahora se acerca la hora de comer. Si no tuviera tanta hambre, me quedaría aquí todo el día admirando su relación padre-hijo.

Nunca tuve eso mientras crecía, pero tampoco pensé que me había perdido nada hasta que vi a estos dos juntos. La comunicación entre ellos es realmente lenta, pero Minho nunca muestra su frustración. Es paciente y amable, y nunca deja de sonreír a su padre. No entiendo del todo por qué no habla de su padre con ninguno de los otros chicos de su equipo, pero sí entiendo que esté atrapado en una posición o en una situación de la que siente que no puede salir. Pedir ayuda no es una opción porque el orgullo, el miedo y la inseguridad se interponen.

Quiero quitarle todo eso a Minho. Al igual que él lo hace por mí.

Me hace sentir seguro. Me hace sentir deseado. Y no de la forma en que lo hacen mis fans. Él sabe que soy un desastre adicto al trabajo y no le importa. Lo entiende.

Me entiende.

—Deberíamos irnos —Dice Minho a su padre—. Tengo que asegurarme de que mi novio se alimente y todo eso —Se levanta—. Volveré a visitarte pronto, ¿De acuerdo?

Me rompe el corazón que el hombre en la cama no pueda responder.

Todavía estamos a unas dos horas del rancho, pero con unas hamburguesas que compramos en un lugar cercano al centro de atención, estamos en silencio durante una buena media hora.

—Hyukjae me va a matar —Digo alrededor de un bocado de hamburguesa.

—Puntos de cardio por las escaleras de esta mañana, ¿Recuerdas? Pero hablando de eso, deberíamos cancelar todas las próximas citas con su entrenador. Al menos hasta que sepamos cuánto tiempo vamos a estar en el rancho.

—Pondré a Wendy en ello —Cuando termino mi comida, saco mi teléfono y le envío un mensaje de texto sobre lo que está sucediendo y le pido que le dé la semana libre a mi entrenador personal y a mi entrenador vocal. Una vez hecho esto, me muevo en mi asiento y observo a Minho mientras maniobra con facilidad el coche entre el tráfico mientras se echa unas patatas fritas a la boca.

La misma boca a la que pienso hacer cosas sexys en cuanto lleguemos al rancho.

Esta mañana me estaba asustando, pero Minho tiene una manera de hacerme olvidar la realidad de mi situación de acosador y confiar en que él y su equipo lo tienen cubierto. Billy Webber todavía me da mucho miedo, pero cuando estoy con Minho, no es un miedo paralizante.

Minho ladea la cabeza en mi dirección.

—¿Qué?

—¿Qué, qué?

—Me estás mirando raro.

—¿Mi mirada excitado es rara? Es bueno saberlo. Tal vez por eso no me he acostado con muchos chicos: creen que mi cara seductora es espeluznante.

—¿Estás excitado ahora mismo? ¿Por qué?

—Porque tengo un novio muy sexy que es un gran oso de peluche por dentro.

Minho frunce el ceño, y en lugar de ver al tipo duro que conocí el primer día y que pensé que posiblemente me iba a matar, la mirada es tan condenadamente adorable en él ahora.