3

278 37 4
                                    

Taemin


—Taemin, estos son Minho Choi y Junmyeon Kim —Dice Sooman—. Tus nuevos guardaespaldas.

El gran peso que tengo encima se levanta y suelto un gruñido.

—Buen trabajo, Rambo —Ni siquiera yo puedo decir si mis palabras son sarcásticas o genuinas.

Por un lado, hola, extraño al azar encima de mí. ¿Qué tal si me invitas a una copa antes de inmovilizarme bajo tu duro cuerpo? Por otro, debería agradecer que mi nuevo guardaespaldas pueda derribar a un tipo con una pistola. Incluso si ese tipo soy yo. En mi defensa, me desperté desorientado por no haber dormido mucho los últimos tres días, y encontré a otro extraño en mi casa. Puede que haya exagerado. Un poco.

Nos ponemos de pie, y me encuentro cara a cara con mi... protector-UFC- superestrella.

Y, oh, diablos.

No.

No, no, no.

Esto no va a funcionar.

No tengo un tipo. No he tenido el lujo de poder descifrarlo estando obligado a estar en un oscuro armario durante toda mi vida adulta. Los tipos que me han atraído en el pasado han sido de todo tipo. Pero sea cual sea mi tipo, este tipo los supera a todos.

Oh, carajo, no asocie la palabra top con... él.

Mis ojos recorren su cuerpo, desde su corte negro hasta sus músculos grandes como montañas. Sus pantalones tácticos son ajustados, y su actitud de malote en general es de malote.

La única razón por la que no protesto en voz alta por este acuerdo es porque este tipo tiene que ser heterosexual. Un cupido gay podría intentar apuñalarlo con flechas, pero seguiría siendo inmune.

Maldita sea, tampoco asocies a este tipo con la palabra penetrar.

El profundo color marrón de sus ojos es casi negro. Me mira fijamente, frío y calculador. Mientras yo lo miro de forma sexual, él me mira de forma evaluadora, probablemente tratando de averiguar con qué está trabajando. No hay mucho que encontrar detrás de la estrella del pop. Soy un tipo asustado con una pistola.

Que ahora tiene que cuidar.

—¿La pistola? —Extiendo mi mano.

—Sí, no, no necesitas esto —En un rápido movimiento, suelta el cargador—. Alguien que no puede manejar un arma no debería tener una —La mira fijamente—. Aunque esté descargada.

Miro hacia abajo y veo que el cargador está vacío. Me vuelvo hacia Sooman.

—¿Me has dado un arma descargada? ¿Cómo se supone que eso me va a proteger?

—No soy idiota. Era para que te sintieras más seguro, no para que la usaras.

—Consejo fugaz —Dice Rambo—. No apuntes con un arma a alguien a menos que planees dispararle.

—Sí planeaba dispararle.

—¿Con balas imaginarias?

—Estaba en mi casa —Me vuelvo hacia el otro tipo, más musculoso, pero más guapo—. Pero siento haberte apuntado con un arma.

Sonríe.

—No es la primera vez que me disparan.

—Oye, yo no he disparado. Todavía. Estuvo cerca. Todo lo que pasaba por mi cabeza era disparar ahora, pensar después. No es que hubiera importado de todos modos porque resulta que el arma no estaba cargada.

Estoy agradecido de que Sooman hiciera eso y un poco enojado a la vez.

¿Y si hubiera sido una emergencia real?

Danger -2min-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora