MI INFIERNO PERFECTO

CAPÍTULO 15

Hace dos minutos el taxi me dejó frente aquella fortaleza extravagante. Pasé una mano por mi cabello, acomodé mis lentes y me acerqué sin miedo – Buena tarde Señora Coleman, adelante.

-Buena tarde chicos, ¿están los jefes?

-Acaban de salir, pero la señora está dentro.

<< Maldito mentiroso >>

-Gracias.

-¡Nahiara! - salió corriendo y me abrazó aliviada - Gracias a Dios estás bien, le llamaron a Steve para decirle que no te encontraban y temían que algo pudiera haberte pasado porque estabas exaltada - pasó su brazo sobre mis hombros llevándome dentro - No hay nadie, ¿quieres contarme qué pasó?

-Sé honesta - niego su invitación a sentarme - ¿Sabías que se coludieron para hacer sufrir a Liam?

-Nahi...

-Tu cara responde mi pregunta - << esperaba fuera mentira; esperaba que Fred se equivocara porque él no tenía derecho. >>

-Escúchame por favor.

-Si piensas mentirme más vale que sea una muy buena - escupí molesta, quitándome las gafas.

-Acabo de enterarme - escudriño sus ojos buscando ápice de mentira - Hace dos horas los escuché hablando, no tenía ni idea que lo atormentaran.

-Te pido saques a Liam - pido seria - No quiero que siga trabajando como su repartidor.

-Hablaré con James, te prometo que lo dejará en paz.

-Gracias.

-A todo esto - frunció el ceño cruzándose de brazos - ¿Por qué te preocupa tanto?, es tu ex y se supone que ahora estás casada con mi hermano y lo amas – inquirió indignada.

-Amo Steve - aseguré.

-¿Y por qué lo procuras?

-Porque es injusto, bajo y ruin - contesto entre dientes - No tenían ningún derecho a hacerle lo que le hicieron.

El sonoro estruendo de la puerta retumbo las paredes - ¿POR QUÉ TE ESCAPASTE? - gritó eufórico. De reojo miré a Alex hacerles señas e igual Evan golpeó levemente su brazo susurrándole algo.

-¡Exijo una explicación, ahora! - nos enfrascamos en una reta de miradas. Será mi esposo pero no pienso dejarme gritonear.

-James, quiero que dejes tranquilo a Liam y creo entiendes sobradamente las razones - pedí sin despegar la mirada de Steve - Yo responderé por él si te debe algo - no esperé su respuesta.

-Nahiara – ignoré su llamado e incluso evité que tomara mi brazo al pasar por su lado. Afuera mis escoltas miraban el suelo cabizbajos - Sube - ordenó esta vez. Enzo mantenía la puerta abierta suplicándome con los ojos hacer caso, pero comenzaba sentirme asfixiada y me eché a correr - ¡NAHIARA! – sus fornidos brazos me atraparon cinco metros lejos del portón.

-Suéltame - apliqué una de sus técnicas y fácilmente me liberé - No quiero verte en este momento - lo encaré sintiendo mi corazón estrujarse ante sus ojos dolidos.

-No es una elección, amor - vociferó acercándose - Puedes pelear cuanto quieras, no te dejaré ir - la camionetas se pararon detrás suyo - Vamos – di otro paso atrás.

-Dije que no.

-Subes o te subo Nahiara, es una orden.

Metros adelante visualicé por el rabillo del ojo un ademán proveniente del rubio montado sobre su moto. << Me arrepentiré después >>