Steve Coleman.
-Demonios - se pasa una mano por la cabeza - No pensé que esto pasaría.
-Iba ocurrir en cualquier momento – Ivanov exhala despreocupado. Aprieto la mandíbula buscando en mi interior toda la paz posible para no mandarlos al demonio, sobre todo a él.
-Tengo que hablar con ella – murmura apenado.
-No la molestes. Necesita estar sola y aclarar sus ideas, al final se disculpó y eso es lo que verdaderamente importa.
-¡PAPÁ!
<< Hasta aquí >>, los cables de mi mente se desconectan. Los encaro por primera vez en los últimos veinte minutos con la mirada más frívola que hasta Kyle se encoge atemorizado.
-Vuelve a repetir lo que dijiste para que pueda lanzarte del avión – vocifero – Suficiente tuve con ver cómo la mirabas, pero esto no pienso pasarlo por alto.
-No puedo creer lo que estoy escuchando – ladea una sonrisa irónica – Sí que eres tonto. Tienes a tu esposa y su amante conviviendo bajo el mismo techo y por si fuera poco espera un hijo del cual no sabes si es tuyo.
-PAPÁ, YA BASTA – grita Evan. Más tardó en terminar de hablar, que yo en lanzarme cual león sobre su yugular.
-¡Steve! – intentaban separarme en vano. Mi enojo era tanto que ninguno podía separarnos.
-¡YA FUE SUFICIENTE STEVE! – resonó una voz autoritaria – SUÉLTALO... ¡AHORA! – aviento su cuerpo casi inerte.
-¡ES MI FAMILIA DE QUIEN HABLAS! - grito fúrico – TUS PALABRAS NO VALEN NADA Y NO IMPORTA LO QUE DIGAS. NAHIARA VOLKOV ES MI MUJER Y NI TÚ NI NADIE CAMBIARÁ ESO, ASÍ QUE MÁS VALE QUE EMPIECES A RESPETARLA O YO HARÉ QUE LA RESPETES – amenazo viéndolo desdeñoso. Alzo el mentón mirando a la pareja visualizada mediante el iPad – Ustedes mejor que nadie debe entenderlo.
-Steve... - Alex modera su tono. Si no hubiera gritado su suegro ya estaría muerto.
-No pienso escucharte, Alexandra - asevero – Mi esposa siempre será primero ante toda circunstancia, incluyéndolos e incluyéndome. Honestamente lo que ustedes pienses de nosotros me da absolutamente igual y espero les quede claro esto porque no volveré a exponerla a otra situación igual y menos por su embarazo – puntualizo. Ella y James abren los ojos sorprendidos. Sé que mi ángel no quería decir nada aún, pero dadas las circunstancias es lo mejor – Así que, si debo alejarme de ustedes para procurar su bienestar, que así sea – me encojo de hombros dejándolos estupefactos.
Tan pronto llego a las escaleras quedo helado. Ara está en el medio con la cabeza gacha y las mangas de su sudadera empapadas, evidenciando que escuchó todo.
-Ángel... - niega desganada.
-Empiezo arrepentirme de no tramitar el divorcio - suspira girando sobre sus talones. Subo de dos en dos los escalones, tomando su brazo para detenerla.
-No digas eso - mi garganta emite un genuino susurro cargado de miedo. Ella es lo más importante para mí y nada nos separará – Por favor no pienses eso.
-Con excepción de Mijaíl, todos intentan disimularlo, pero sus ojos no mienten. Me culpan por lastimarte y no quiero ser la causante de una ruptura con tu familia. No podría soportarlo.
Mi estómago arde debido a la bilis provocada ante mi enojo. Mi garganta sigue teniendo ese estúpido nudo aterrado y puedo apostar que mis ojos enrojecen a causa de aguantar el llanto. Un llanto que ya ni siquiera es por temor a perderla sino por enfado.
<< Maldito Ivanov. Maldito Liam. Maldito yo y malditos todos. >>
Prometí nunca hacerla llorar. Me juré ser mejor que sus anteriores parejas para nunca ser el causante de su sufrimiento y sin embargo soy el causante de embarcarla en una situación que la pone en desventaja por algo de lo cual no tuvo la culpa.
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MI INFIERNO PERFECTO
Ciencia Ficción"Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad. Éramos el infierno perfecto." ☆ Steve Coleman y Nahiara Volkov ☆ - III Libro, Saga MC - ... Para los que no conozcan a los personajes, tendrán que leer "El rey"...