CAPÍTULO 16

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Steve Coleman.

DESTROZADO, así me sentí al verla marcharse. ¡LO PREFIRIÓ ANTES QUE A MÍ!

Mientras esperaba que llegarán a su destino, saqué mi moto guardada en casa de James; mi familia intentó detenerme porque estaba demasiado alterado y temían que mis lágrimas fueran impedirme ver.

-Hermano por favor, sé razonable - Alex sostuvo mi mano - No te vayas así o deja que alguien te lleve.

-No. Debo ir solo, es mi esposa - sentencie tomando dos cascos - No dejaré el camino fácil.

-Amor no insistas – James la abrazó – Nosotros conocemos perfectamente la agonía. Déjalo ir por su mujer, estará bien.

-Es que...

-Cualquier cosa llamará a Fabrizio o a nosotros y sino iremos a buscarlo. No te preocupes, Evan estará rastreándolo.

-Bien – asintió – Enséñale a ese idiota que nadie desafía a un Coleman - ladee una débil sonrisa.

-Se detuvo – anunció Evan – Acabo de enviarte las coordenadas exactas de su celular.

-Gracias.

Salí a toda velocidad deseando con todas mis fuerzas no ser traicionado porque honestamente no lo soportaría.

Durante la última semana trabajé sin descanso para dejar mis pendientes resueltos tanto de la empresa como en la mafia; Alexandra y James vinieron conmigo para ayudarme con los detalles finales de mi sorpresa, dejando de lado sus asuntos. Si no le respondí fue porque ayer que llegamos hice varias compras para regalarle ropa, sobre todo lencería sexy de encaje (como le gusta); ilusionado, guardé todo en maletas esperando sorprenderla con la última noticia, la cual era llevármela de viaje por nuestro aniversario.

Sabía que estaba viéndose con Liam, Fabrizio me tenía al tanto y no me importó puesto que confiaba plenamente en ella. No obstante, odié y me molesté en sobremanera el hecho de defenderlo en el callejón; me enojó que resolviera el problema con aquella escuincla, que quisiera conseguirle trabajo con su padre y no conforme, quisiera sacarlo de este mundo donde me costó involucrarlo.

Ya no se trataba de si alguna vez la lastimó, quería verlo hundido porque detesto su preocupación por él. << MALDITO SEA >>

Aparqué la moto en mi cochera - ¿En dónde estamos? - preguntó mirando la propiedad. Me la traje a una casa que tengo en playa Coronado, California.

-¿Importa? - respondí tajante, pasándola de largo.

Negó mirando al suelo. Odio verla vulnerable, me dan ganas de ser blando y abrazarla pero esta vez no lo haré, seré rudo.

Abrí haciéndome a un lado, tan pronto cruzó la puerta entré cerrando de un portazo, haciéndola dar un saltito en su lugar.

-Mírame - enseguida nuestros ojos se conectaron. El lugar está totalmente oscuro, aun así puedo vislumbrar cierto brillo en los suyos; su respiración se agitó, puedo sentir su miedo - ¿Me temes, amor?

-No... - titubeó dudosa.

-Deberías - jalé fuerte su brazo pegándole contra mi cuerpo - Porque esta noche te grabaré en la memoria y en cada parte de tu piel que estás casada conmigo.

-Espera... - musitó nerviosa alternando su mirada de mis labios a mis ojos. Quité una mano de su cintura llevándola a su rostro, apretando su mejilla sin mucha fuerza.

-Te haré gritar tan fuerte, que todo el fucking estado de California sabrá que eres mi mujer - acorté los pocos centímetros devorando sus labios en un beso salvajemente necesitado. Rápida y hábilmente me deshice de su ropa y la empotre contra una de las paredes de la sala.

MI INFIERNO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora