CAPÍTULO 22

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1 día antes del encuentro entre Steve y Avaline.

(...)

Nahiara Coleman.

<< Lunes 17 de julio >>, miro el calendario sabiendo que hoy se cumplen dos semanas y media lejos de Steve. Los primeros días fueron sumamente difíciles, me la pasaba llorando sin descansar e incluso llegué a pensar que iba quedarme seca. Apenas llegué a casa de Demetri apagué mi celular, no tenía ganas de saber nada del mundo, me sentía tan culpable por lo ocurrido que escuchar o ver siquiera el móvil anunciando un mensaje de él no me ayudaría en nada.

Me sentía culpable en todo aspecto porque a pesar de mi experiencia con Liam pareciera que no entendí y me lancé al barranco confiando ciegamente en su falsa confianza e ilusiones. Lo que más me daba coraje y frustraba era el hecho de no poder odiarlo como quisiera, tenía esta idea estúpida que al ser amable, al querer darle una oportunidad amistosa, pareciera que me puse un cartel en la frente diciéndole "viólame", "soy tuya, tómame". Aunque he estado teniendo terapia con mi psicóloga, sigo sintiéndome enojada, decepcionada de mí misma; los recuerdos vagos de esa noche no son claros, pero su mirada sintiéndose traicionado está presente vívidamente en mi mente repitiéndome cuan desgraciada fui.

Por otra parte, Demetri me ha sorprendido bastante. Me recibió con un fuerte abrazo y ha intentado acercarse dándome completo apoyo y comprensión. Si continúa así creo que podremos acercarnos mucho más, cosa que me alega porque verdaderamente me encantaría verlo como mi segundo padre y no un desconocido compartiendo sangre.

-¿Puedo pasar?

-Adelante, ¿quieres un trago?

-No gracias - arrugo la nariz sentándome a su lado en el sofá frente a la chimenea.

-¿Todo bien? – asiento.

-No me gusta el olor de madera quemada.

-Llevas varios días con ascos y hoy en la mañana te mareaste, si Boggie no te alcanza habrías caído de las escaleras – recuerdo la escena y me entran escalofríos. Si su escolta no sube rápido seguramente estaría en terapia intensiva o en el mejor de los casos con algunos huesos rotos.

-Estoy bien, sólo tengo la nariz sensible.

-¿No estarás embarazada? – mi cuerpo se paralizo analizando su pregunta.

<< Embarazada >>, esa palabra resonó fuertemente sacudiéndome. No me había detenido a pensar en la posibilidad, es verdad que tenía un retraso pero no se me hacía raro, yo no soy regular y menos desde que usaba el maldito anticonceptivo.

<< Ya no lo tienes >>, aquella vocecita recordándomelo pareció haberme lanzado en los mares del polo norte porque quedé helada.

-Mi broma se salió de control - murmuró girándose. Sostuvo mis hombros zarandeándome levemente - Nahiara no puedes entrar en shock.

-No puedo estar embarazada - tape mi cara con mis manos sintiendo mi mundo desmoronarse - No puedo...

-Tranquila nena, aún no sabes si lo estas - le permití abrazarme y solté en llanto - Hey...

-No - negué varias veces - Han pasado tres semanas desde la última vez que estuve con Steve - confesé guardándome mi pena. Necesito desahogarme y él es mi única persona de confianza cerca – Y en esa misma semana...

-Pasó lo del bastardo - concluyó tras unos segundos esperando que hablara. Asentí confirmando, no tengo cara para verlo porque estoy avergonzada; si estuviera embarazada cabe la mínima posibilidad que sea hijo de Davis y no de Steve - Tranquila hija, todo estará bien - me estrechó con firmeza, dándome seguridad.

MI INFIERNO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora