CAPÍTULO 29

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Hello mis amores!

Ya sé, ya sé que he andado desaparecida pero luego tengo tantas cosas en mente que se me dificulta un poquis actualizar. El capítulo de hoy es un poquis corto y otra cosa, me disculpo de antemano por lo que vayan a leer; déjenme al final sus teorías y si les gustó o no, ya saben que adoro leerlas. Nos vemos pronto para lo que se viene, ¿preparadas para la acción y drama?

(...)

Tras finalizar mi conversación con el niñato, le asigné una habitación y le pedí quedarse ahí hasta que su mente se enfriara o de lo contrario tendríamos problemas más graves, aunque realmente fuera una excusa para no verlo rondando como cuervo sobre mí esposa.

-¿Todo bien? - mi padre me mira preocupado - Lo siento hijo, no quería causar problemas.

-En algún momento pasaría - muevo la mano restándole importancia - ¿Dónde están?

-Tu mujer quiso salir, Evan y Kyle la llevaron – explica Mijaíl – Sabía que eras de mente abierta - inicia mirándome de reojo criticonamente - Pero tener a tu "socio" en casa... Vas más allá de los límites, chico - papá lo golpeó mirándolo mal. Suspiré cansado ignorando su comentario y pasé de largo dirigiéndome al bar.

-No es mi socio - bebo directamente de una botella de vodka - Ni siquiera me agrada, no obstante, me siento en la obligación de protegerlo.

-¿Por qué?

-Mi sociópata ex novia ha vuelto y quiere lastimar a mi esposa por medio de él - les ofrezco un whisky el cual reciben gustosos - Como recién supieron, está embarazada y no puedo arriesgarme a que intenten matarlos.

-Dudo que quieras profundizar sobre tu ex - responde papá - Sin embargo, no voy a callar mi descontento. ¡Somos una familia, Steve!, tú deber es decirnos si ocurre algo y apoyarte en nosotros cuando la situación te supera, ¿o no es lo que siempre hacemos como clan?

-Yo llevo poco tiempo con ustedes, sin en cambio tiene razón tu padre - Mijaíl palmea mi brazo - No estás solo muchacho, apóyate en nosotros, tú familia; sea lo que sea podremos solucionarlo.

-Gracias... - les regalo media sonrisa y sigo bebiendo mi vodka, que por cierto está buenísimo. Mi celular suena; << número desconocido >>, frunzo el ceño.

Dudo si responder sea buena idea, pero al final me disculpo y salgo al jardín atender.

-Vaya, creí que no responderías.

-Por qué no lo imaginé - murmuro bajo.

-Hay una botella de champagne enfriándose a mí lado y tengo puesta una linda lencería en color naranja – ronronea coqueta – Ven para poder terminar lo que empezamos en tu oficina.

-¿Empezamos? – ironizo - No digas estupideces, ni siquiera me provocaste una erección.

-Era el ambiente bebé, pero apuesto que extrañas tenerme montada sobre ti así que no sigas negándote y ven.

-No sucederá y no sigas insistiendo porque enserio Avaline, no quieres tener problemas conmigo.

-Veremos si sigues diciendo lo mismo cuando quite a esa mujer del medio.

-SI TE ATREVES A TOCARLA... - puntualizo entre dientes exasperándome.

-Si me atrevo a tocarla, ¿qué? – interrumpe retándome - ¿Vas a matarme? – pega una carcajada sínica – Regresé de la muerte que tu provocaste cariño, no lo olvides.

-¿Qué quieres?

-Sabes perfectamente lo que quiero – puntualiza seria – No te preocupes, no haré nada por el momento – mis cabellos de la nuca se erizan y un escalofrío miedoso me recorre – Estoy siendo considerada y advirtiéndote que, si no me das lo que quiero, habrán consecuencias devastadoras - antes que pueda decir algo mi celular es arrebatado.

MI INFIERNO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora