Sentí como él hombre apartaba mi pelo de mis hombros. Yo llevaba una blusa de tirantes de color rojo y una falda larga de color blanco, combine el vestuario con mis Nike de color blanco y un bolso del mismo color.
Estaba nerviosa y con miedo, era una extraña sensación que no me agradaba en lo absoluto, quería incluso vomitar.-Para estar en este mundo debes dar algo para recibir algo... Tú quieres ese papel. -Sentí como acercó su rostro a mi oído y susurró. -¿No es cierto?.
-Si... Pero...
-Brooke, ya se lo que vas a decir. Y créeme que si tu sales por esa puerta sin darme lo que te voy a pedir, jamas vas a tener una oportunidad como esta... Tú sabes quien soy yo, y el poder que tengo en este medio. Puedo lanzar y hacer brillar tu nombre, al nivel del de Angelina Jolie, Cameron Diaz... O por alguien joven como Dove Cameron o Joey King y de más.
-No debería hacerlo. -Susurré con una voz entre cortada.
-Es una oportunidad en un millón.
Paso de nuevo a su asiento y me miró fijamente. Pensé en lo peor, no sabía que hacer, temía de lo que me pediría, pues escuché muchos rumores sobre la pornografia en hollywood y esas cosas, pero creí que era todo un mito, pero precisamente a mí me está pasando esto y no sabía como actuar.
-Esta bien... -Respondí con voz temblorosa. -¿Qué quiere?.
El hombre sonrío de lado y me miró atentamente, específicamente en mis pechos. Lo cual me incómodo y me hizo temblar.
-Ponte de pie.
Puse mi bolso a un lado y me levante de la silla. Me miró de cuerpo completo y volvió a sonreír.
-Quítate la blusa. -Me señaló.
Lo sabía, sabía lo que él quería y algo dentro de mí me gritaba: ¡Corre!, pero no podía, era más mis ganas de lograr mi sueño.
Baje un tirante y después él otro, para después quitármela y ponerla en la silla.
Lo miré fijamente sin expresión alguna, aunque por dentro me moría de miedo.-Continúa.
Asentí y poco a poco desabroche mi brasier y lo quite. Trate de poner mis manos para que no me viera los pezones.
Tire el brasier encima de la blusa y lo miré fijamente.
Mis ojos estaban a punto de estallar en llanto, pero me contuve de no hacerlo.-Si vas a ser actriz debes saber que habrá ocasiones en las que enseñaras los pechos... Así que.
Me miraba fijamente y mis nervios me mataban. Ya no había vuelta atrás.
Quite mis manos y el hombre se quedó fascinado.
Se levantó de su asiento y camino hasta donde yo estaba, no me moví, me quedé petrificada. Escuche que aventó mi silla y se paró por detrás de mí, se pegó tanto a mi cuerpo que sentí que su miembro estaba erecto.
Acercó su nariz y olió mi cabello.-Que bien hueles. -Susurró.
Sentí su mano en mi espalda y un escalofrío me recorrió el cuerpo.
De repente me empujó y quede recostada en la mesa. Separo mis piernas y comenzó a rozar su miembro en mi trasero.
No podía dejar de temblar. Me daba asco lo que estaba haciendo.
Sentí que levanto mi falda hasta las caderas y después me bajó los panties.-Señor Coleman... Es que... Yo soy virgen. -Dije con un nudo en la garganta.
-Pero tienes más de dieciocho ¿Verdad?.
-Si... Tengo veintiuno.
-Entonces no hay de que preocuparte. Todo estará bien. -Dijo mientras acariciaba mi espalda.
Y después de eso solo sentí como me embestia salvajemente. Me dolía mucho, e incluso me quejaba, pero el jamas se detuvo, siguió haciéndolo. Y solo recuerdo escuchar sus gemidos asquerosos.
Todo paso tan rápido. Harold se alejo de mí en cuento acabo y se acomodo su traje.-Llamare a tu agente para darle los detalles y si te daré el papel o no.
Al oír eso mi corazón explotó.
Osea qué después de todo el mal y horroroso rato estaba todavía en duda si me daría el papel.(...)
En cuanto llegué a mi casa solo opte por dejar mi bolsa en la cama, ir directamente al baño y quitarme la ropa, para después entrar en la ducha, el agua estaba helada. Me deje remojar y sentía el frío recorrer mi cuerpo.
Fue hasta entonces cuando solté el grito más fuerte de mi vida y me caí al suelo, para abrazar mis rodillas y llorar desconsoladamente.
No podía asimilar aún lo que había pasado y me sentía sucia, asquerosa y no podía dejar de escuchar los gemidos de Harold retumbar en mi cabeza y oídos. Incluso no quería ni mirarme, pues sentía que mi cuerpo estaba marcado por sus sucias manos, mis pechos, mis caderas, mis muslos, mi espalda... TODO.
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BROOKE
RastgeleElla soñó con ser una actriz reconocida y lograr tener premios y reconocimiento. Pero la dura realidad es que tuvo que sacrificar mucho para poder tener un papel importante, hasta llegar a las manos de un productor que le arruino la vida de por vida...