16.

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El sonido de la suave marea se escuchaba de fondo, las olas se golpeaban entre sí, mientras una brisa fresca recorría el lugar vehementemente.

La luna ya se encontraba en su punto más alto, resplandeciendo con fervor e iluminando las cristalinas olas del mar que dejaban sus rastros de espuma al llegar a la orilla y mezclarse con la arena.

Mientras tanto, un apacible pelinegro descansaba su mejilla en el hombro de quien era su amante, mirando el basto mar con especial cuidado, su mano, en donde ahora se apreciaba una preciosa argolla de plata decorando su dedo anular, yacía cubriendo la mano de un sonriente azabache, quien mantenía los ojos cerrados sintiendo el cálido aire de la playa acariciarlo, revoleteando entre sus cabellos y causando cosquillas en la punta de su nariz.

Sus ojos color esmeralda viajaron de su rostro hasta su mano, en donde sintió sus mejillas arder al apreciar también en su dedo anular el anillo de compromiso a juego que el mismo se había encargado de colocar una vez que su conmoción había cesado.

Los anillos a juego que Jungkook había comprado para los dos.

Y ahí se encontraban, con los trajes empapados por el agua salada, sentados en la arena en donde las olas no alcanzaban a tocarlos. El ambiente era tan tranquilo puesto que en aquella playa no había habitantes tan frecuentes.

Entonces Taehyung alzó su mano lentamente, colocándola a contra luz en dirección a la luna, observó maravillado la argolla en su dedo, para ese punto ya había perdido la cuenta de cuantas veces la había admirado, pero no podía evitarlo siendo que sentía tanta emoción y gozo en su corazón.

Era el símbolo de una promesa... Una promesa de amor.

Llevas observándola al menos una media hora.—Susurró Jeon a su lado, abriendo los ojos lentamente para mirarlo de reojo, sonriendo sutilmente.

Kim carraspeo avergonzado y aparto la vista, volviendo a bajar su mano para apretarla sobre la arena blanca.

—Me... gusto mucho.—Admitió con vergüenza, relamiendo sus labios ante los nervioso que se sentía—Aunque, tengo una duda.

—¿Cuál?—Ladeo su rostro, esperando la pregunta que su ahora novio tuviera en mente.

Taehyung volvió su vista hacia el y aún con nervios se atrevió a preguntar:

—La medida del anillo, ¿Cómo la obtuviste? No nos hemos visto estos días, además nunca me sacaste una medida mientras estuvimos juntos.

Jungkook rió suavemente y sin darle tiempo a Kim de hacer algo, se apresuró a acomodar su cabeza sobre sus piernas, el pelinegro sintió el sonrojo en sus mofletes aumentar al tenerlo en su regazo, pese a ser un acto infantil y sin nada de malicia, era la primera vez que Jeon acostaba su cabeza sobre sus piernas.

—Tus manos han recorrido mi cuerpo tantas veces que me e aprendido de memoria como son.—Empezó mientras mantenía los ojos cerrados, una expresión neutral adornaba su rostro.—Tus dedos me han acariciado con dulzura, y mi cuerpo tiene una memoria espectacular, supongo que por eso pude saber la medida con exactitud.

El ojíverde apretó los labios ante lo escuchado, parecía que todo lo que Jeon  soltaba de entre sus labios era poesía.

Amaba sentirse así de embelesado por las palabras de su novio.

—Arruinaste mis planes, yo iba a darte un anillo primero... Además de pedirte que fueras mi novio.—Se quejo Taehyung, llevando una de sus manos a la cabellera azabache del menor, en donde enredo sus dedos lentamente entre las finas ebras ébanas, acariciando lentamente.

ℂ𝕠𝕦𝕝𝕕 𝕓𝕣𝕖𝕒𝕜 𝕪𝕠𝕦𝕣 𝕙𝕖𝕒𝕣𝕥? • [ 𝚃𝚊𝚎𝙺𝚘𝚘𝚔 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora