ℂ𝕠𝕦𝕝𝕕 𝕓𝕣𝕖𝕒𝕜 𝕪𝕠𝕦𝕣 𝕙𝕖𝕒𝕣𝕥? • [ 𝚃𝚊𝚎𝙺𝚘𝚘𝚔 ]

Epílogo.

La suave llovizna golpeteaba los vidrios del auto, gota a gota se deslizaba creando un patrón de rastros que parecían divertidos.

Era un día nublado, lo suficientemente cómodo para quedarse a dormir en casa y olvidarse de todo lo demás, sin embargo no es un lujo que pudiera darse en tales circunstancias.

—Hace frío...—Murmuró un apacible azabache sin dejar de mirar la ventana del auto.

—¿Quiere qué le consiga un abrigo, joven Jeon?—Preguntó el chófer del auto sin quitar la vista del camino principal pues iba conduciendo.

El aludido dirigió su mirada al retrovisor y sonriendo un poco negó con suavidad.

—No hace falta, Won, dentro de la empresa nunca hace frío. Aún así, gracias por tus atenciones.—Agradeció el más joven.

Won asintió, siguiendo el curso del camino como ya le era costumbre.

Aún faltaban al menos unos veinte minutos de recorrido, por lo que el azabache solo mantuvo la mirada hacia la ventana, observando a las personas caminar llevando sus sombrillas para cubrirse de la lluvia, los que no llevaban nada corrían de un lado a otro buscando no mojarse.

—¿Está asustado, joven Jeon?—Preguntó nuevamente el chófer.

El menor volteo a verlo, sus manos que sudaban frío se entrelazaron sobre sus piernas y soltando un pesado suspiró terminó por asentir.

—Mentiría si dijera que no.

Won sonrió con ternura, le era tierno ver al mismo niño que había llevado una y otra vez del colegio a casa, siendo un niño de cabellos azabaches y ojos grandes de tan solo doce años, tan nervioso por tratar asuntos de mayor importancia en la actualidad.

Ahora a quien llevaba consigo en el auto no era aquel pequeño de doce años, ahora llevaba a un joven de veinticinco años.

—Es normal sentirse asustado, apenas inició su adiestramiento dentro de la empresa hace dos meses, además siempre contaba con la ayuda de los superiores, por lo que podía tomar todo con calma.—Won hizo una pausa para poder seguir hablando.—Hoy es el día en que tomará toda la responsabilidad, pero no debería asustarse, fue instruido por la mejor persona en la empresa, ¿No es así?

El menor pensó un poco las cosas, una sonrisa se asomó en sus labios al asentir. Won tenía razón, fue instruido por una persona de excelencia empresarial, que lo había llenado de enseñanzas, no había razón para sentirse ansioso.

Además, durante su adiestramiento lo había hecho bien.

—Creo que el hecho de que me den un título hace que sienta miedo.—Rió bajo.—Pero es cierto, ya lo hice bien estos dos meses, puedo hacerlo.

Won sonrió más grande, había logrado quitar aquella mirada de ansiedad en el más joven, eso era grato, puesto que ya era raro ver tan serio al menor.

Una vez que el auto aparcó frente a las grandes puertas de cristal que lo habían recibido durante mucho tiempo, apretó su corbata y mirando por el retrovisor le sonrió a Won.

—Lo haré bien hoy, gracias por traerme.

—Que tenga un buen día, joven Jeon.—Le deseo el chófer con voz gentil.

Finalmente el más joven abrió la puerta, la suave llovizna lo empapó un poco, por lo que cerrando con rapidez se apresuró a llegar hasta la entrada, al mirar hacia atrás pudo ver el auto de Won empezar su camino para irse, era grato tener a Won como chófer, de hecho lo consideraba como un miembro más de su familia.

Volviendo su vista hacia la puerta empujó esta con suavidad para poder adentrarse, dentro, distintos empleados iban de un lado a otro, algunos con portátiles en mano, otro iban de salida, algunos simplemente platicaban entre ellos en medio de un momento de ocio.