09.

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Eran las 6:50am cuando Jungkook aparcó su auto en una calle cercana a las empresas Kim, vistiendo pulcramente un traje gris, con el cabello un poco desordenado, salió de su auto tomando su portafolios, cerrando la puerta del mismo y  activando la alarma de seguridad. Admiro la calle por unos segundos, sintiendo de pronto extraños nervios apoderarse de su ser al saber que a la vuelta de la esquina se encontraban aquellas grandes puertas de cristal que alguna vez se abrieron ante él para recibirlo como uno más de sus empleados.

Pero, definitivamente esta vez era diferente, no iba a entrar como un empleado más de las empresas Kim, como un asistente o como un recluta en busca de nuevo trabajo, esta vez iba como asesor y director del nuevo proyecto de la empresa inglesa HC, un nuevo proyecto sobre la producción en masa de acero, el cual se tenía previsto y propuesto hacerse en colaboración con las famosas empresas Kim.

Esta vez no iba a ser un subordinado más o un ayudante, iba a cerrar negocios con los hermanos Kim para ser socio.

De alguna forma estar en dicha posición le daba más seguridad.

Suspirando profundo finalmente empezó a caminar hasta la calle que ya conocía perfectamente, viendo en un costado del gran edificio a Patrick Luxborm, su compañero y amigo de trabajo, un inglés al que se había acoplado tiempo después de ingresar a la sede principal de HC en Londres.

Patrick era un hombre alto, midiendo 1.82 de altura, de complexión media y ligeramente atlética, tenía el cabello lacio y de un castaño tan claro que parecía rubio, además de que sus mejillas estaban adornadas por transparentosas pecas rojizas, y si bien, sus ojos no eran de un color llamativo como los de Jeon, si eran de un hermoso color miel que destacaba bastante. Era atractivo, de eso no había duda.

Aquel hombre, siendo solo dos años mayor que Jeon, se había vuelto su único amigo en Londres luego de haber ingresado repentinamente a la sede, al saber perfectamente coreano, fue el único que desde un principio no mostró ningún desagrado ante su presencia, nunca hizo mención sobre la nacionalidad de Jungkook, en su lugar lo trataba como uno más de los empleados, y de hecho lo ayudó bastante a comprender el idioma que a Jeon se le dificultaba tanto. Realmente Patrick fue un gran apoyo durante esos ocho años, además habían formado un gran equipo juntos, por lo que el CEO de HC no dudo en dejarlos juntos en su departamento de trabajo, incluso ahora habían sido asignados como directores generales del nuevo proyecto más importante de HC.

El peli-castaño levantó la mirada de su teléfono celular al percibir la figura del azabache, guardando aquel aparato en el bolsillo izquierdo de su pantalón antes de levantar su mano saludando amigablemente a su amigo y compañero de trabajo.

—Buenos días, Jeon.—Sonrió.

—Buen día, ¿Esperaste mucho?

—Para nada, llegue hace apenas cinco minutos, después de todo la reunión empezará a las 7:30am, pero ya sabes, siempre hay que ser puntuales, el jefe nos exige mucho.—Suspiró Patrick mientras se encogía de hombros.—Como sea, ¿Entramos?

Jungkook asintió suavemente y se adelanto a entrar al lugar, empujando hacia adentro la puerta principal de cristal por la cual había atravesado tantas veces en el pasado.

—Buenos días, ¿Asunto?—Preguntó la secretaría recepcionista al ver entrar a aquellos dos hombres, mirando curiosa al extranjero y al hombre coreano atractivo que recién había entrado.

El azabache miro por un momento a dicha joven, por un momento tuvo una sensación de deja vú, y sin poder evitarlo a sus pensamientos, y de forma inminente, llegó una ráfaga de recuerdos de la traviesa y carismática pelinaranja que había sido su mejor amiga en las empresas Kim. El sabía de sobra que Lisa ya no sería recepcionista luego de largos ocho años, sin embargo había perdido total contacto con ella y ahora no sabía en qué lugar se encontraba laborando.

ℂ𝕠𝕦𝕝𝕕 𝕓𝕣𝕖𝕒𝕜 𝕪𝕠𝕦𝕣 𝕙𝕖𝕒𝕣𝕥? • [ 𝚃𝚊𝚎𝙺𝚘𝚘𝚔 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora