ℂ𝕠𝕦𝕝𝕕 𝕓𝕣𝕖𝕒𝕜 𝕪𝕠𝕦𝕣 𝕙𝕖𝕒𝕣𝕥? • [ 𝚃𝚊𝚎𝙺𝚘𝚘𝚔 ]

25.

El resonar de una campana provocó un eco desolador en aquella cafetería cuando la puerta fue empujada, anunciando la llegada de un nuevo cliente a dicho establecimiento.

Con pasos lentos, Kim Taehyung se adentro al lugar, buscando con la mirada a Seong-jin, con quien había acordado verse a primera hora justo ese día.

No tardó mucho en localizarlo, reconociendo al hermano mayor de Jeon al ver su cabellera, similar a la de Jungkook, además de notar los tatuajes en su brazo al mirarlo a detalle. Sin embargo no fue al único que vio ahí, sentada a su lado, una mujer de cabellos castaños yacía con las manos sobre la mesa, sosteniendo una taza de café mientras parecía tener la mirada perdida.

Jeon Sunhee.

Tragando saliva con fuerza, Kim escondió sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo, sin esperar más se acercó a aquella mesa, deslizando una de las sillas para poder sentarse frente a aquellos dos.

—Buenos días.—Saludo en primera instancia.

Seong-jin solo hizo un ademán, como si con eso contestará su saludo, Sunhee permaneció en la misma postura.

—¿Le hablaste a Jungkook sobre esta reunión?—Preguntó Seong-jin al mirarlo.

Taehyung negó, sacando por fin sus manos de los bolsillos de su abrigo para poder quitarse los guantes que traía puestos.

—No, tal y como ustedes lo pidieron, Jungkook no sabe que vine a verlos.

Incluso si hubiera tenido la intención de hablarse sobre este asunto al azabache era prácticamente imposible, pues luego de haber pasado la noche en vela llorando en el regazo de Jimin, terminó por quedarse dormido nuevamente, y, como Park se lo había hecho saber, estaba tan cansado al punto en que ni siquiera tenía la energía para levantarse.

Así de afectado estaba por las palabras de su madre.

—Bien, entonces podemos hablar correctamente sobre este asunto.—Suspiró el azabache, frotando su sien.—Más específicamente... Podemos aclarar este malentendido.

—No hay malentendido que aclarar.—Habló Taehyung con voz más seria.—Jeon y yo estamos saliendo, eso es una realidad.—Inquirió Kim.

Sunhee pareció temblar en su lugar, bajando lentamente la taza de café para cubrir su boca con un pañuelo, como si de pronto sintiera una malestar que no la dejaba estar tranquila.

Taehyung suspiró, dejando sus guantes de lado entrelazo sus manos debajo de su mentón al apoyarse en el mismo y mirar a la mujer frente a él.

—Señora Jeon... Mi intenciones con Jungkook son buenas, más importante aún, no tiene nada de malo el hecho de que estemos en una relación homosexual.—Dijo con certeza, tanto que Seong-jin pareció agrandar los ojos ante lo decidido que se veía.—Comprendo que pueda tener algún tipo de conflicto interno con respecto a los gustos de su hijo, después de todo mis padres tampoco pudieron aceptarme la primera vez.

—No es por eso que veo su relación como un problema.—Habló por fin Sunhee, interrumpiendo las palabras de Taehyung.—Es cierto que... Dije cosas realmente crueles a mi hijo, pero esos no son mis verdaderos sentimientos, y siendo sincera, sospechaba desde hace mucho que los gustos de mi hijo no eran iguales a los del resto.

Taehyung agrandó los ojos al escuchar aquello, Sunhee se veía más tranquila que el día de ayer, sin embargo podía verlo en su rostro, lo cansada que estaba y lo frágil que se veía.

Una mirada llena de arrepentimiento.

—Mi temor más grande siempre ha sido las habladurías de la gente.—Confesó la castaña mientras bajaba la mirada.—Fui marginada por ser madre soltera, y al mismo tiempo mucha gente habló pestes de mis hijos simplemente por crecer sin un padre, por no tener lujos y apenas vivir con lo mínimo, incluso cuando Jungkook entró a la universidad, mucha gente dijo que era simple cuestión de suerte, que tarde o temprano mi hijo sería echado por su baja eficiencia.—Empuño sus manos.—Ellos ni siquiera eran conscientes de todo el esfuerzo y sacrificio que mi hijo hizo para poder estudiar, así que a pesar de las malas lenguas el pudo seguir adelante, y por supuesto, yo estuve ahí para protegerlo.