STRUGGLE | Taila Unmel ha dejado atrás su entrenamiento fallido como Padawan y sus días de rebelde. Se dispone a vivir una vida tranquila cuando un mandaloriano que no dice su nombre ni muestra su rostro llama a su puerta, buscando a una Jedi. Envue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━━━━━━ ✦₊˚.
Plazir-15 se extendía frente a los ojos de Taila: verde, lleno de lagos y de cúpulas de cristal.
La nave de Bo-Katan, quien ahora mostraba su rostro, se abría paso por los cielos a toda velocidad. Habían decidido llevar su nave para más comodidad.
—Ahí están —dijo la mandaloriana al distinguir a su antigua flota sobre la superficie.
—Es una gran flota —comentó Din al verla en el visor.
—Tardé bastante tiempo en reunirla —sonrió la mandaloriana—. Casi todo se lo arrebatamos al imperio.
—Sé, me sonaban de algo esas naves —comentó Taila.
Grogu, en sus brazos, miraba por la cúpula de la nave a su alrededor.
—Podrían ser muy útiles para recuperar Mandalore —aportó Din.
—Axe Woves en su actual líder —se lamentó Bo—. Habrá que ser convincentes para que se unan a nosotros.
Taila había visto a ese hombre un par de veces, y sabía que Bo tenía razón.
—¿Por qué crees que están aquí? —le preguntó la Jedi.
—Este planeta no está en el registro de la Nueva República: diría que es un mundo independiente que los ha contratado como protección.
—Supongo que Woves no se alegrará mucho de verte —murmuró Din.
—Ya —respondió la mandaloriana—. Aterrizaré a distancia de la flota. Será mejor que vayamos a pie.
De pronto, una canción sonó en la nave, entrando por el canal de comunicaciones:
—Bienvenidos a Plazir-15 —dijo una voz de mujer, muy alegre, haciendo que todos se miraran, extrañados, entre ellos—, la única democracia directa del Borde Exterior. Se les ha asignado una zona de atraque. Serán guiados hacia el lugar asignado. Conectando guiado automático.
La nave de Bo tembló, y su curso cambió. La mandaloriana intentó recuperar el control de la nave en vano.
—¿Qué ha pasado? —le preguntó Din.
—Han tomado el control de la nave —contestó Bo, resignada.
En brazos de Taila, Grogu soltó un ruido preocupado.
—Supongo que nos llevan de paseo, peque —le dijo la Jedi.
Taila se guardó la espada láser dentro de la chaqueta de cuero en cuanto bajaron de la nave a una explanada blanca. Un astromecánico y un droide de protocolo (ambos pintados de negro), les esperaban fuera.
—Esto es interesante —comentó Din.
Taila frunció el ceño, sin contestar.
—Bienvenidos a Plazir-15 —les dijo el droide de protocolo cuando se acercaron—. Por favor, diríjanse a su cápsula del hiperbucle.
