PRÓRROGA-PABLO GAVI-PAUSADA/EN EDICIÓN

CAPÍTULO 4: MENTIROSO-PARTE 2

VALENTINA

Como la noche anterior me había sido imposible dormir, seguí buscando trabajo y echando currículum incansablemente como las últimas 3 semanas.

Sin poder evitarlo mis ojos se llenaron de lágrimas, esta situación era agotadora e impotente y todo había sido culpa del imbécil de mi ex y bueno, mía también por creerle sus mentiras y acabar enamorada y haciendo estupideces por ''amor''.

Había perdido mi trabajo por haber tenido un arrebato tonto y haberlo dejado todo para ir a verlo a Lisboa.

Sé que él no había sido el culpable de que yo tomase esas malas decisiones, lo había hecho yo solita, pero no contaba con que las cosas acabarían así de mal y que acabaría sin trabajo y teniendo que volver a casa de mis padres.

Estaba en mi habitación encerrada, serían aproximadamente las 14:00, aún no había comido nada y honestamente no tenía ni hambre.

Mi teléfono sonó y me apresuré a cogerlo para ver de quién se trataba, pero para mi sorpresa, se trataba de un número desconocido, seguro que era alguna empresa de telefonía para ofrecerme cosas.

Contesté sin ningún tipo de esperanzas.

–¿Hola?.

–Hola buenas, hablo con Valentina Castelli Alonso?.

–Si...

–Mi nombre es Ana, te llamo por la oferta de trabajo a la que estás inscrita.

Mis ojos se iluminaron y me puse un poco nerviosa, había echado curriculum a prácticamente todas las empresas habidas y por haber de Barcelona, pero esta era la primera llamada que recibía, así que no  tenía ni la menor idea de dónde me llamaban.

–Buenas tardes Ana.

–Buenas tardes a ti también,.–Rió la chica.–Quería saber si tienes disponibilidad esta tarde para hacerte una entrevista personal.

–Por supuesto, ¿A qué hora y en qué lugar?.–Me apresuré a coger papel y boli para apuntar.

Me dio la ubicación y tras darle las gracias me despedí y empecé a prepararme lo más rápido posible, ya que en tan solo dos horas y media debía de estar en la ubicación.

''¡Tu amiga tiene una entrevista!'' Le envié el mensaje a Alma y me fui corriendo a la ducha.

16:00

Era la personificación exacta de un puñetero flan, estaba sentada en una pequeña sala de espera de un edificio pequeñito pero muy luminoso a las afueras de Barcelona.

–¿Valentina?.–Asentí mientras me ponía de pie y saludaba a la señora regordeta y de pelo negro que me había citado.

–Sí, ¿Ana?.

–La misma.–Rió.–Pasa.–Se hizo a un lado para que entrase al despacho.

La estancia era igual de diminuta que todo el edificio, pero estaba todo perfectamente ordenado y colocado para que no diera una sensación de agobio.