CAPÍTULO 14: INSPECTOR GAVIRA

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GAVI


Voy a empezar disculpándome por lo que estoy a punto de decir, no estoy para nada orgulloso de ello, pero es que no he visto otra manera de hacerlo...

Había pasado casi una semana desde que Valentina había salido por la puerta de mi casa, desde entonces no había podido coincidir con ella por más que lo había intentado incansablemente, no sé cómo se las había apañado para evitarme, pero lo había hecho.

Si yo acababa de entrenar en la Ciudad deportiva, Val empezaba su turno allí, si yo llegaba a casa, Val se acababa de ir,  si yo acudía a algún sitio con los chicos y con Alma, casualmente Val no podía ir.

Así era imposible averiguar si aquella noche estuve tan borracho como para imaginarme que me daban el mejor beso de mi vida, o si aquí había algo más. 

Así que lo siento, siento muchísimo haber tenido que hacer esto, porque suena retorcido, pero es la única forma que he visto para poder estar cerca de ella y averiguar qué sucede aquí...





VALENTINA



''Me voy a retrasar un poco en el entrenamiento''–El mensaje que acababa de recibir provenía por parte de Gavi, había estado evitándole después de nuestro beso, no quería cruzármelo porque me recordaba que no solo le había mentido, sino que por su culpa ahora tenía el doble de trabajo y estaba considerablemente agotada.


Puse música a todo volumen y seguí limpiando con algo más de calma, total, como Gavi se retrasaría, no tendría que correr para intentar acabar todo antes de que volviese.





GAVI


Vuelvo a repetir, no me juzguéis, no he visto otra manera de hacer las cosas...

Habían pasado a penas 15 minutos desde que le envié el mensaje a Val, así que sin duda alguna sabía que ella estaría en casa a esas horas, y precisamente por eso  aparecí por casa con una rubia llamada Amanda ¿o era Ambar?, yo que sé, la cuestión es que la chica estaba loca por mi y yo lamentablemente necesitaba un blanco fácil que me permitiera dar celos a Val, tan solo porque soy gilipollas y es la única forma que se me ocurre de saber si me estoy volviendo loco de remate.


Había besado a Amanda, pero era un simple beso sin más, vacío, como todos los demás que había dado anteriormente, me atrevo a decir que ni siquiera besaba bien.

Cuando entramos por casa, me aseguré de hacer el mayor ruido posible con la puerta, las llaves, incluso Amanda llevaba unos tacones horrorosos que retumbaban sobre la superficie de mi impecable suelo de madera. 

PRÓRROGA-PABLO GAVI-PAUSADA/EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora