Capítulo 24: MADRID

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GAVI

No podía olvidar la calidez de su piel contra la mía, a pesar de que ya habían pasado unas cuantas horas desde que rozamos nuestras manos por última vez.

Agradecí que estuviéramos teniendo una tarde bastante movida, ya que ni los chicos ni Xavi me habían vuelto a decir nada al respecto.

El Clásico era pasado mañana, así que hoy teníamos sesión de recovery, mañana tendríamos algo más de actividad por la mañana y por la tarde descansábamos.

Siempre hay tensión ante de un clásico, sobre todo si es en el Bernabéu. 

Mientras acababa de realizar uno de los últimos ejercicios del día, vi a Xavi alejarse de nosotros hacia la salida del recinto que utilizábamos para entrenar cuando estábamos en Madrid.




VALENTINA


No sé como no me he hecho pis encima.

Xavi Hernández me había citado para tener una charla con él tras lo sucedido esta mañana.

Escuché cada palabra que le había dicho a Gavi horas antes, había sido duro con él, pero sé de sobra que puede ser el triple de duro de lo que ha sido, así que sí, decir que estaba asustada se queda muy pero que muy corto porque lo que estaba era muertísima de miedo.

–Hola Val.–Fue lo primero que sus labios pronunciaron en cuanto estuvimos a solas.

–Hola Xavi.

Tomé asiento en frente suyo tal y como me había indicado hacer con un leve movimiento de manos.

Preferiría estar de pie, pero en fin, tampoco es que esté para decidir muchas cosas ahora mismo.

–Seré muy honesto, puesto que creo que puedo confiar en ti, ¿no es así?.–Asentí.

Me ardía la cara de vergüenza, ¿cómo había llegado a estar en una situación como esta?.

–Bien.–Xavi continuó hablando.–Lo cierto es que a pesar de lo sucedido el día de hoy, sigo pensando que tu compañía es buena para los chicos, en especial para Gavi.–Hace una pausa pero me limito a permanecer en completo silencio.–Gavi lleva varias semanas que no es el mismo en el campo, he intentado que se abra conmigo, que me explique qué le pasa, que me cuente qué es lo que le está afectando tanto a su nivel de juego, pero no hay manera.

Xavi vuelve a hacer una pausa, se rasca la barba con u mano derecha pensativo, luego junta sus manos sobre la mesa que nos separa a ambos y me vuelve a mirar fijamente.

–Sé que tú eres la única que sabes lo que le pasa, sé que no ha sido capaz de contárselo a nadie más, ni siquiera a Pedri, no te voy a pedir que me digas qué le sucede, jamás te pediría algo así, pero solo te pido una cosa.

Decido hablar por primera vez desde que nos hemos sentado.

–¿Qué?.

PRÓRROGA-PABLO GAVI-PAUSADA/EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora