O4: Un "Te amo" sincero

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Guillermo llegó al trabajo con una leve sonrisa que nadie podría quitarle, llegó a su oficina y ahí vio a Lionel que parecía dormir, siempre llegaba más temprano que el y aún no entendía porque si no tenía nada que hacer hasta que el llegara pero era reglamento por alguna extraña razón, había un escritorio más enfrente que era donde Leo dormía y Guillermo decidió no despertar al argentino y hacer el trabajo que tendría que haber hecho ayer.

Paso una hora hasta que Lionel despertó, algo asustado porque el sueño le ganará y al ver a Guillermo quiso disculparse pero las palabras no salían.

— ¿Estás bien? –pregunto Guillermo sin despegar la vista de los papeles, Lionel dijo un bajo "si"– ¿Puedes sentarte acá?

Obedeció y en un momento solo les separó el bufete.

— ¿Que tengo que hacer?

— Escucharme.

El argentino sabía bien a qué venía, lo escucharía pero mentalmente se repitió dos cosas, Guillermo estaba casado y no podía ser segunda opción, no era el mejor, lo sabía pero no creía ser tan poca cosa como para ser el segundo.

— Cómo te dije ayer, Javier y yo no nos amamos..

— No seré el segundo.

— ¿Puedes escucharme? –regaño Ochoa y el argentino se hizo un poco chiquito en su lugar sintiendo el regaño– ayer por fin pudimos hablar y estamos de acuerdo en qué el amor no está en esa relación, nos queremos pero como mejores amigos, terminamos sentimentalmente pero no hay divorcio, lo hacemos por Diego más que nada.

Ya sabía que Guillermo no era feliz con su matrimonio, suponía que su esposo tampoco la vez que lo vio en la oficina junto con Diego, nunca se vieron feliz a decir verdad pero no podía abalanzarse a Guillermo, era cierto que antes habían coqueteos y tiempo de calidad, llevaban años conociéndose.

— ¿Por qué me decís esto?

— Puta madre, te amo Lionel.

— Y yo a ti Guille, ¿Pero como se que no me estás mintiendo?

— ¿Crees que lo haría? –pregunto y el argentino negó, tenía una linda sonrisa ya– yo sé que no será de la noche a la mañana que aceptes estar conmigo pero te prometo que haré lo que esté en mis posibilidades para que veas que esto para mí no es un simple rato.

— Dale pero antes de todo eso realmente me quedaron ganas de corresponder como se debía.

Con eso Lionel se levantó de su silla y se acercó a Guillermo para darle un beso que fue correspondido al instante.

El que tenía más difícil todo era Javier después de haberla cagado en grande con Cristiano, estaba desayunando con su pequeño y se le ocurrió una jugada.

— Diego ¿Te gustaría ir a darle su regalo a tu primito? El que dejó ayer.

— ¡Si pa'! Vamos.

— Perfecto, solo nos bañamos y vamos para allá mi niño.

Eso hicieron, ya que estaban listos se dirigieron al auto de Javier, el tenía el propio que le regalaron sus padres para que no dependiera de Guillermo para transportarse, solo que su auto no se guardaba en el garaje, no por que no hubiera espacio, solo que se le hacía más fácil dejarlo en la entrada, Diego se sentó en la parte de atrás.

— ¿Por qué no puedo ir adelante?

— Por qué tú papá te caga a ti y a mí sí se entera que te sentaste adelante, en caso de un accidente espera que solo me muera yo –rieron los dos y Javier empezó a conducir de camino a la casa de Cristiano, el viaje fue corto y bastante divertido escuchando los sueños de su hijo.

Cuando llegaron sintió un aire pesado pero aún así tocó la puerta esperando encontrarse con el portugués, claro que así fue, tenía a Criss Jr en brazos recién levantado.

que movimento mais...

¡Tío! Le traje su regalo a Criss Jr

— Que bien pequeño, Criss aún no desayuna, pueden ver televisión mientras.

— ¡Yo le doy de comer! –pidio Diego.

Después de ponerles la tele, Cristiano intento ir a sentarse con los niños pero Javier lo detuvo.

— Hablemos por favor.

— No quiero, no pierdas tu tiempo pero solo déjame decirte que junto con mi hijo somos una verdadera familia, no como tú que solo le mientes a tu hijo y a ti mismo.

— Sabes que no me refería a eso cuando hable, tienes razón, no soy feliz con Guillermo como mi pareja.

Fue suficiente para que Ronaldo viera a los niños un momento y tomara de la mano a Javier para que estuvieran más alejados de los niños y no pudieran escucharlos.

— Te escucho.

— Primero me disculpo, cuando hablaba de una verdadera familia me refería a que no quiero que Diego sufra el divorcio, tu familia es increíble, me apendeje bien cabrón pero cuando dije eso de la familia ni siquiera pensé por un momento en ti y Criss Jr, son perfectos.

— Está bien, te creeré Javier.

Pero el tono aún estaba seco.

— De lo otro... Tienes razón, no amo a Guillermo de forma romántica, es mi mejor amigo y apesar de que lo se desde siempre me dio miedo saber que tú sientes lo mismo por mi, cabrón no es fácil pero hablé con Guillermo ayer y terminamos la relación, el ama a alguien más y yo te amo a ti.

Casi se ahoga con su propia saliva al escuchar al mexicano.

— ¿Van a divorciarse?

— No.. a los ojos de Diego seguiremos siendo esposos pero cuando estemos solos seremos mejores amigos y ya está.

— Con eso me basta.

Cargo a Javier para despues plantarle un beso que fue correspondido con una corta risa.

Estarían años así pero no siempre le gustaría a Lionel y Cristiano la rutina que se formaría en la relación.

𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘚𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰𝘴 | Diego Laínez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora