𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘚𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰𝘴 | Diego Laínez

21: Otra vez

Los primeros días de un recién nacido para Diego eran de lo peor, llantos, llantos y más llantos que hacía que quisiera volverse loco, esos bebés eran hermosos cuando se quedaban dormidos, incluso cuando lloraban en el día pero en la noche ya no era divertido. Lionel y Guillermo pidieron vacaciones, como tal solo fue Guille, Lionel ya tenia la licencia de paternidad.

Pobres, tenían ojeras y Diego no se quedaba atrás, al parecer Javier estaba muy ocupado con temas de su boda que incluso Junior se estaba quedando con su abuelo, padre de Cristiano, quedarse con su otro padre no era una opción.

Era de mañana, viernes donde no hubieron clases, jamás tuvo tantas ganas de ir a la escuela como ese día, el llanto de un bebé inicio.

Aseguraba que fue Leah y eso hizo que Matías se despertara también llorando.

Guillermo y Lionel peleaban a gritos de quien era el turno de levantarse, no lo malinterpreten.

Guillermo pedía que lo dejara ir a el porque Lionel tenía que descansar lo mejor posible después del parto pero este estaba aferrado a que podía hacer las cosas solo, entonces se quedaron peleando por quién iría a ver a los mellizos porque para el argentino su novio tenía que descansar ya que era de las pocas veces que pedía vacaciones y se las daban.

El adolescente pataleo y se levantó molestó yendo a la habitación de esos dos demonios, al entrar los miro a ambos y cargo a Leah para calmarla.

Por seguridad de los bebés los cargaría uno por uno, se escucharon pasos hacia el cuarto, Leah se iba calmando y en cambio dio una pequeña sonrisa mientras veía a Diego.

Llegaron Lionel y Guillermo, ambos molestos con el otro hasta que vieron a Diego que cargaba con Lea mientras que hablaba aniñado a Matías para que se calmara.

- Ay Diego, lo lamento -se disculpo Lionel avergonzado de que el llanto levantó a Diego, ya había pasado un par de veces en la madrugada.

- Si chaparro, vuelve a dormir.

- No voy a poder pero está bien, Leo debería descansar por lo que escuche del doctor.

- ¿Viste? -contesto Guillermo mostrando un aire de superioridad.

- Tambien dijo el doctor que no hicieras que se molestará este Leo.

Eso le dejo callado, humillado a su sentir.

Lionel termino obedeciendo a ambos y volvió a la cama, Guillermo cargo con cuidado a Matías mientras apreciaba cada una de sus facciones.

Leah era idéntica a Lionel mientras que Matías era idéntico a Diego de bebé lo que hacía que sea idéntico a Guillermo.

Guillermo sonríe cuando ve a Matías porque le recuerda a cuando Diego era un bebé y sonríe cuando ve a Leah por qué le recuerda al amor de su vida, aveces le gana la tristeza porque Diego se veía así y ahora era todo un adolescente que podía ser independiente si el quería.

Lo del cigarro se solucionó, Diego dejaría de consumirlo pero apesar de que ese día Guillermo le dio la confianza de que le dijera si consumía algo más no dijo nada, no quería que empeorará las cosas cuando esté se enterará de que ya había pasado más de una borrachera sin que el se enterará.

Lo malo es que aún se lo tenían que contar a Javier pero no se encontraba un tiempo, este se estaba volviendo loco con todos los preparativos apesar de que se supone que faltaban un par de meses, cuando hicieron la reservación del salón les falló la fecha y lo pidieron un año antes del que pensaban.

Los mellizos parece que no volverían a dormir así que los llevaron con Lío para que desayunaran y mientras Diego aprovechaba para ir a la cocina y también desayunar ya que se le presentaba la oportunidad, veía su teléfono sin apuro hasta que tocaron la puerta, abrió sin pensar mucho pensando que sería el mejor amigo de Leo que querría ver a los recién nacidos pero se encontró con Kevin.

- ¡AY WEY! ¿Que haces aquí?

- ¿Que no puedo? -pregunto Kevin con una linda sonrisa.

- Oh claro que sí solo que me sorprendió.

Después paso a abrazar a su amigo/futuro novio (según Diego).

- ¿Era Sergio? -pregunto Guillermo bajando las escaleras encontrándose con su hijo abrazado de alguien desconocido por el, no era Edson- ¿Quién es este?

- Oh es Kevin, primo de Edson.

Edson no estaba en un buen concepto después de que descubrieran lo que le hizo a Diego frente a su clase mostrando ese vídeo, Guillermo se mostró enojado y era peor sabiendo lo doloroso que era ver cómo su hijo mayormente se dejaba pisotear por cualquiera.

- Si es uno de los que se burló de ti por ese vídeo mejor que se vaya a menos de que yo lo saque a patadas o con escoba Diego.

- No, el no fue...

- ¿Seguro?

- Si pá -afirmo Diego con un poco de vergüenza.

- Entonces que pase a menos de que le guste estar ahí parado, estaré con los niños y si llega Sergio lo haces pasar por favor.

Este asintió con una corta sonrisa, Kevin paso y se sentó en la sala.

- Yo al chile si vine por algo...

- ¿Que paso? -pregunto Diego.

- Es que vine por ti, Edson está insoportable y están de visita apesar de que es la casa de al lado entonces si quisieras y pudieras venir a mi casa para pasar un rato... Yo sé que sería mejor aquí pero por lo que se tienes a mellizos aquí y el olor-

- Kev yo ya dejé el vape... Me descubrió Leo y fue todo un relajo.

- ¿Me estás diciendo que ya no quieres?

- Pues era desestresante pero...

Y nuevamente estaba en casa de Kevin sacando humo por su boca, ni siquiera sabe cómo le hizo su amigo para que Guillermo lo dejara ir con el, sería como una pijamada.

Lo que no sabía es que paso de ser una pijamada de dos se convirtió en una estilo fiesta en casa de Edson porque sus padres trabajaban y varios alumnos se acostumbraban a fiestas de fines de semana, era tan normalizado hacer fiestas con alcohol o incluso drogas, Kevin parecía cuidarlo pero estaba enojado.

- Se supone que solo ibas a lo del cigarro, yo te dije que nada de alcohol wey -hablo Kevin mirando a su amigo que solo se refugiaba en el abrazando y descansando en su pecho.

Había vuelto a lo mismo, otra vez.