𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘚𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰𝘴 | Diego Laínez

27: Confesión

Lionel no estaba enojado con Diego, al salir de orientación estaba molesto con la mujer que insinuó cosas estúpidas de la vida del menor.

"Tal vez su comportamiento es
así por qué desde pequeño se le
impuso que dos hombres estaban
bien como pareja cuando no es así"

¿Que había sido eso? Un comentario realmente homofóbico a más no poder que enfureció a Lionel al cual no solo le estaba ofendiendo a el si no que a su novio y Javier como padre.

El argentino si era sincero no tenía razón como para pensar que Diego era una carga en el hogar, era el hermano mayor de sus hijos, cuando conoció a Guillermo quedó encantado con Diego que solo deseaba bebés que fueran igual de adorables, antes de salir con el ahora papá de sus hijos tuvo muy en claro que también aceptaba que esté tenía un hijo que siempre sería primera prioridad.

Lionel ahora estaba ahí, grabando como los mellizos jugaban entre ellos, Leah tomaba el pie de su hermano y se lo metía a la boca lo que hacía reír al argentino, hubo un momento donde se distrajo viendo a Diego bajar y cuando volvió su vista a sus bebés los vio abrazándose aunque si miraba mejor era ambos niños agarrándose del poco cabello que tenían, empezando a jalar ambos para hacerse daño sin saberlo, Lionel les hizo que se soltaran mientras reía de las ocurrencias de ambos.

Diego jamás fue castigado, aún era medianamente temprano y planeaba salir un rato a con Kevin.

— Voy a salir –susurro Diego a lo que Lionel puso más atención al adolescente.

— ¿Guille te dio permiso, a dónde vas?

Pero fue ignorado, solo escucho la puerta dando señal de que se había ido.

Casi de inmediato bajo Guillermo.

— ¿Se fue?

— ¿No te dijo nada? –pregunto Lionel.

— Dijo que iría a con Kevin pero le dije que no.

— Deberías decirle a Javier sobre esto.

— No quiero arruinar su luna de miel Leo.

— Estamos hablando de su hijo, si sigues evitando hablar con el puede que se enoje, como la otra vez.

Lionel tenía razón por ello, que su hijo cambiara su actitud a una agresiva no era algo normal pero no sabía cuándo se le salió todo de las manos, incluso pidió consejo a su jefe Robert que tenía una hija adolescente, su situación no era la misma pero tenía un poco de parecido, se divorcio de su esposa con una hija que en ese entonces tenía diez años y pronto comenzó a salir con Pablo Gavira pero al pedir el consejo no sirvió de mucho ya que su jefe comento que su novio e hija solían hacer un complot en su contra como si ambos fueran unos adolescentes.

— Falta poco para que llegue pero tienes razón, debería de hablar de esto con el, solo que estoy aterrado, no quiero que entre en pánico y busque venir aquí antes de lo planeado porque siento que se estará arruinando algo.

— Se que como su amigo deseas que los problemas de exterior no lo afecten ahora al ser su luna de miel pero vos no podés guardarte todo sobre Diego, también es su hijo.

— Voy a hablar con el.

Pero antes de que hiciera la llamada escucharon el timbre de la puerta.

Mientras tanto Diego llegaba a casa de Kevin, algo de sentía diferente, entro más sin embargo solo se encontró con la madre de su amigo.

— El no está aquí, dijo que tenía que salir, algo urgente.

— ¿No dijo cuando volvería? –la mujer negó y agradeció, bueno, tal vez unas cervezas no vendrían mal ya que tenía tiempo libre.