Chapter 2

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Taylor

—¿Estás segura de que vas a estar bien? —Blake preguntó vacilante, él recogió mi bolsa y la tiró en el asiento trasero. Sostuve la puerta del taxi abierta y me apoyé en ella.

—Sí, y además podré ver a mi padre —le dije mientras me miraba dubitativo. Puse los ojos en blanco ante su mirada antes de que me abrazara fuertemente, apretándome.

—Blake, estaré bien —dije en voz baja.

—Odio que tengas que verlo —murmuró Blake en mi hombro mientras yo le devolvía el abrazo. La verdad es que no despreciaba la idea tanto como Blake parecía hacerlo, pero no dije nada para mantener sus sentimientos intactos.

—No pasa nada, Mellie también estará allí, ya sabes —Intenté decir lo más cómico que pude. Me miró con el ceño fruncido en señal de desaprobación pero me limité a sonreír y dejarlo ir.

—Te llamaré mañana Blake —Aunque sabía que no le gustaba que fuera a ayudar en la boda, me apoyó. Me dio una pequeña sonrisa reconfortante mientras ponía su mano en mi mejilla y me daba un tierno beso.

Solté una risita, me despedí y me senté en el taxi. Blake cerró la puerta y se despidió con una sonrisa mientras yo se la devolvía y el taxi se ponía en marcha.

No tardé mucho en llegar al aeropuerto. En menos de una hora había facturado mi maleta, pasé el control de seguridad y compré un cruasán y un café para desayunar.

Estaba en la terminal 12 del aeropuerto "Charles de Gaulle de Gaulle", esperando mi vuelo a Roma, no pude evitar que mi mente se distrajera. Iba a volver a ver a Tom.

Inhalé un fuerte suspiro al pensarlo. Sería difícil, todavía no podía entender cuánto me había herido. Mientras recuerdos dolorosos pasaban por mi mente, podía sentir como mi cuerpo se tensaba de rabia y tristeza.

—Mesdames et Messieurs, le vol à destination de Rome est maintenant d'embarquement (Señoras y señores, el vuelo con destino a Roma está embarcando)

La gente a mi alrededor en la terminal empezó a recoger sus cosas, sus pasaportes y billetes. Sacudí la cabeza para sacarme los recuerdos y me comí el último trozo de mi cruasán y sorbí el último trago de mi café antes de tirarlo a la basura.

Recogí mis cosas también y balanceé mi bolsa sobre el hombro y tomé mi billete. Respiré hondo antes de ponerme a la cola del vuelo.

Allá vamos...

...

—¡Taylor! TAYLOR POR AQUÍ! —Alguien gritó y miré desesperadamente alrededor del gran lugar abarrotado de salida de la terminal. La gente se arremolinaba por todas partes y llevaba grandes maletas, empujándome con fuerza a todas partes.

Me abrí paso entre dos hombres cuando vi a Mellie, saltando arriba y abajo gritando mi nombre. Sonreí mientras seguía empujándome a través de un montón de gente mientras corría hacia ella y nos estampábamos la una contra la otra en un fuerte abrazo.

—¡Mellie, te he echado de menos! —dije mientras ambos reíamos.

—¡No tienes ni idea de cuánto te he echado de menos yo también! —Ella soltó una risita.

Tenía el pelo un poco más largo y un castaño más claro desde la última vez que la vi, pero estaba tan guapa como siempre con una falda negra y una camisa estampada de flores. Yo llevaba unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta de tirantes gris oscuro.

—Vámonos, el coche está fuera —sonrió.
asentí con la cabeza. Me agarré a su codo mientras ella desfilaba con pasos severos entre la masa de gente. Finalmente llegamos a la salida del "aeropuerto de Fiumicino" y nada más salir, el cálido calor italiano me sopló en la cara, haciéndome soltar un suspiro de placer.

Hunted by the mafia, memories and secrets in Rome / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora