Chapter 15

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Taylor

—¿Taylor? —Una vocecita me despertó. Me froté los ojos con las palmas de las manos y los abrí de golpe.

—¿Blake? —pregunté con mi voz rasposa de la mañana. Me miraba suplicante con la cara sonrojada.

—Me duele mucho. ¿Puedes... puedes ayudarme a levantarme? —Preguntó avergonzado y bajó los ojos en la cama. Fruncí el ceño, confusa, mientras la noche anterior me venía a la memoria. Pensaba que todo había sido un sueño extraño, pero al parecer no. Me senté en la cama y miré a Blake un poco sorprendida.

—Así que... eso... pasó de verdad —Murmuré y miré a Blake que asintió ligeramente.

—Taylor lo siento, no quise... anoche... — empezó pero levanté la mano y lo detuve.

—Está bien Blake, estabas molesto, te ayudaré a salir de la cama —sonreí mientras él me miraba agradecido y tomaba mi mano entre las suyas. Me arrastré fuera de la cama y lo rodeé mientras lo ayudaba a levantarse.

Llevaba el pecho desnudo y un par de sudaderas. Justo en su caja torácica se podía ver un moretón azul oscuro, del tamaño de la palma de una mano.

—¡Blake! —grité y rocé con mis dedos su estómago. Se encogió un poco pero colocó su brazo con cuidado sobre mis hombros.

—Estoy bien —dijo y forzó una sonrisa pero yo negué con la cabeza.

—No, no estás bien —le dije y le ayudé a ir al pequeño cuarto de baño que había en la habitación. Se las arregló para entrar y cerró la puerta tras de sí.

Me senté en el borde de la cama y exhalé. Me di cuenta de que aún llevaba puesta la sudadera de Tom, así que me la quité rápidamente y la doblé ordenadamente, guardándola mientras me vestía y me preparaba.

Con un poco de ayuda, Blake consiguió llegar a la cama.

—Quiero que descanses aquí. Te traeré desayuno y unas aspirinas —le sonreí mientras me sentaba en el borde de la cama mientras él se tumbaba. Blake se pasó los dedos por su desordenado pelo negro y parecía arrepentido en la cama.

—Taylor, sabes que nunca quise... sabes —empezó y me miró con ojos tristes.

—Nunca quise hacerte daño de ninguna manera, estaba muy borracho y sólo quería desafiarlo —dijo Blake y sus labios empezaron a temblar de forma nerviosa. Me deslicé más cerca de él y tomé su mano entre las mías. Reconfortante enredé mis dedos con los suyos.

—Lo sé, estabas muy enfadado y dijiste algunas... cosas —dije y fruncí los labios.

—Pero algunas partes eran verdad. Estos dos últimos días te ha estado follando con los ojos delante de mí —dijo, sonando dolido. Lo miré y le froté el dorso de la mano con el pulgar. Realmente no sabía cómo responder a eso. Sabía que lo había hecho y francamente, no era totalmente inconsciente de que había respondido a ello.

—No obstante, me dio un puñetazo y tengo que asumirlo, lo admito, fui un completo imbécil —dijo y se llevó nuestras manos entrelazadas a los labios y me besó suavemente los nudillos. Se me escapó una risita, haciéndolo sonreír.

—Te traeré algo para desayunar, quizás todavía estés un poco borracho —bromeé mientras él se reía pero se limitó al ponerse una mano en el moretón y sisear. Debe de dolerle mucho, pensé, mientras le tapaba rápidamente y salía por la puerta.

Bajé las escaleras y entré en la cocina, donde Hirato estaba sentado, disfrutando del magnífico desayuno. Sonreí cuando levantó la vista de sus cereales y empezó a sonreírme.

Hunted by the mafia, memories and secrets in Rome / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora