Chapter 25

2K 134 28
                                    

Taylor

—¿Qué tal Grecia? —Sugerí y abrí una página que describía las hermosas playas de arena blanca y el océano azul cobalto de Grecia.

—No estoy segura, no estoy muy familiarizada con la comida griega —Mellie murmuró y miró otra revista. Suspiré y crucé los brazos sobre el pecho, dejándome caer en el asiento.

—Mellie, no tienes remedio —murmuré y la miré con desprecio.

—Lo sé, pero soy muy perfeccionista —murmuró con una sonrisa. Una pequeña risita se escapó de mis labios mientras giraba la cabeza hacia el sol y lo sentía brillar sobre mi cara.

—Eso eres amiga —suspiré. Mellie quería que la ayudara a encontrar posibles lugares para la luna de miel de Bill y ella. Así que durante las últimas dos horas le había dado sugerencias y ella había rechazado totalmente cada una de ellas. Mentiría si dijera que no estaba enojada.

—Sólo quiero el lugar perfecto —sonrió mientras yo ponía los ojos en blanco.

—Realmente no creo que la ubicación sea una alta prioridad. Todo el mundo sabe lo que pasa en la luna de miel. Tienes suerte si alguna vez ves lo que hay fuera de la habitación del hotel —Bromeé mientras Mellie me miraba boquiabierta.

—¡Dios mío Taylor, no puedo creer que acabes de decir eso! —Gritó con un profundo rubor extendiéndose por su cara. Me eché a reír mientras ella tomaba su toalla y me la tiraba a la cara. La expresión de su cara avergonzada fue demasiado para mí.

—¿Qué es tan gracioso que la está matando? —Hirato preguntó con una sonrisa divertida en la cara mientras aparecía tras la esquina de la casa.

Mellie y yo habíamos ido a la piscina para tomar un poco el sol y tener algo de intimidad de la casa totalmente llena de chicos. De tanto reír, casi empujo las revistas que había esparcidas por el borde de mi tumbona.

—¡Está siendo grosera! —Mellie frunció el ceño y yo todavía no podía parar de reír. Si había algo que realmente le molestaba a Mellie era hablar de cosas íntimas entre Bill y ella.

—No me digas Sherlock —Hirato rió entre dientes mientras tomaba asiento en el borde de la piscina, colgando las piernas en ella. Sin embargo no parecía que fuera a
nadar, estaba en un par de pantalones cortos y una camiseta de tirantes gris. Mellie llevaba un bikini amarillo brillante sin tirantes y un pareo blanco y yo llevaba unos pantalones cortos vaqueros y un bikini rojo intenso.

—¡Eh! No estoy siendo grosera —repliqué rápidamente mientras Hirato me lanzó una mirada obvia. No podía ser tan guarra, ¿Verdad?

—En algunos momentos, sí —murmuró Mellie y abrió de un tirón una nueva revista. No pude evitar sonreírle mientras Hirato se reía.

—¿Y por qué tanto alboroto? —Él preguntó mientras Mellie se hundía más en la tumbona y sostenía la revista delante de la cara.

—Mellie y yo estamos mirando lugares para la luna de miel de ella y Bill. No entiendo por qué el lugar...

—¿Es un gran problema cuando van a estar en el hotel durante todo el viaje? —Hirato
terminó mi frase con una sonrisa mientras Mellie jadeaba.

—¡DIOS MÍO! ¿TODO EL MUNDO TIENE QUE DECIR ESO? —Ella gritó y empujó la revista en su cara, Hirato y yo nos reímos.

—Bueno, es que es una obviedad —dije y me encogí de hombros.

—Sí, y míralo por el lado bueno —Hirato sugirió y movió las cejas mientras yo reprimía una risita.

—Te lo juro Hirato, somos almas gemelas —Sonreí mientras Mellie gemía.

—Los dos son horribles —murmuró.

Hunted by the mafia, memories and secrets in Rome / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora