Chapter 31

2.2K 121 20
                                    

Taylor

Al despertarme, algo suave me envolvió, me acurruqué en él y sentí el calor en mi cuerpo. Era muy acogedor y emití un suspiro de felicidad. Mi sueño matutino fue cien veces mejor, con los brazos de Tom a mi alrededor, que durmiendo en este maldito sofá duro como una roca, haciendo que me doliera la espalda como la mierda.

Sintiendo algo rozándome la cara unos minutos después, fruncí un poco el ceño ante la cosquillas.

—Aparta tu pelo de mi cara... —Murmuré en mi modo medio dormida pero seguía sintiendo el pelo haciéndome cosquillas en la cara. Oh dios mío no podía Tom simplemente cortarse el pelo o algo así.

Pero espera un segundo, ¿Tom no tiene ese tipo de pelo?

Al abrir los ojos vi una cara que al principio no reconocí. Echando la cabeza hacia atrás para ver mejor, me di cuenta de que Georg se había metido en el sofá conmigo, rodeándome con sus brazos en un abrazo mientras dormía sobre la almohada.

Conteniendo la risa me di cuenta de que probablemente había llegado hasta aquí, todavía muy cansado y medio dormido, mientras se tomaba su habitual café matutino. Miré hacia la mesa que estaba al lado del sofá y sí, allí estaba su taza de café, humeante y caliente.

—Georg —susurré, intentando no despertar a Hirato que seguía durmiendo en el otro sofá frente a mí. Georg no se movió ni un milímetro, mientras yo no podía evitar reírme un poco de él. Mirando como me había encerrado en el sofá y en su abrazo intenté desenvolverme desenvolviéndome, con la ayuda de tirar un poco de sus brazos a mi alrededor. Sin embargo, no fue de mucha ayuda, ya que sus brazos se apretaron rápidamente a mi alrededor.

Bueno, esto se estaba poniendo un poco molesto por ahora a pesar de lo lindo y adorable que puede ser.

—Georg, deberías meterte en tu propia cama —Dije un poco más fuerte esta vez y una vez más sin suerte de que se despertara.

Me encantaba Georg y era la persona más mimosa de todas, pero esto era demasiado íntimo para mí cuando sólo éramos amigos.

—¿De qué estás hablando? —Hirato refunfuñó mientras yo maldecía en voz baja por despertar a la persona equivocada.

—Nada, vuélvete a dormir —intenté con voz suave mientras le oía bostezar. Gracias a dios si se vuelve a dormir o si no esto hubiera sido realmente embarazoso.

—¿Qué? —Preguntó de repente con su voz ronca mientras yo intentaba una vez más quitarme a Georg de encima, pero era demasiado pesado para moverlo, y no hablemos de su férreo agarre sobre mí.

—¡Nada! —Me mordí el interior de la boca y gemí internamente.

—Oye, ¿Por qué hay....WHOAH! —Hirato gritó mientras yo miraba por encima del hombro de Georg a Hirato de pie con expresión atónita, mirándonos a Georg y a mí. Sonreí inocentemente y le hice un pequeño gesto con la mano. La cara de Hirato de repente se hinchó en una enorme
sonrisa mientras veía el mal destellar frente a sus ojos.

—¡Hirato NO! —Jadeé al darme cuenta de lo que estaba pensando. Dando un paso burlón lejos de mí le señalé, tratando de dar mi mejor mirada de "si haces esto, te mataré". Conociendo a Hirato, probablemente fue tan inútil como intentar encontrar una aguja en un pajar.

—Oh, sí —dijo con la voz más oscura que pudo.

—¡Hirato, NO! —gruñí una vez más mientras él me dedicaba una elegante sonrisa antes de salir corriendo en otra dirección. Gruñendo, hice todo lo posible por despertar a Georg, pero él se limitó a gruñir y a hundir la cabeza en la curva de mi cuello, apretándose más contra mí, sin dejarme casi ningún espacio para moverme. Este hombre estaba indefenso.

Hunted by the mafia, memories and secrets in Rome / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora