Chapter 19

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Taylor

Blake soltó un suspiro de satisfacción y se estiró en la cama, dejándose caer. Había
estado durmiendo con el contenido para el último par de horas. Yo, en cambio, no había dormido casi nada.

En primer lugar, estaba demasiado confundida por mis pensamientos y sentimientos, y en segundo lugar, estaba demasiado preocupada. Tuve esta sensación muy mala en la boca de mi estómago.

Blake se movió de nuevo y la manta se deslizó sobre su torso desnudo, interrumpiendo mis pensamientos. Supongo que pensó que hacía demasiado calor aquí.

Me arrastré fuera de la cama y me acerqué a la ventana mientras la abría un poco. El aire fresco sentó bien a mi cara caliente, haciéndome sentir un poco más relajada. Miré por encima del hombro a Blake, que tenía la cara apoyada en la almohada y los brazos y las piernas extendidos sobre la cama. Una pequeña sonrisa apareció en mi cara debido a su ternura.

Miré por la ventana en la noche oscura una vez más y sentí mis labios abrasadores de
el beso de Tom. Había sido algo más debajo de él, no era sólo un beso, era más como una despedida.

Mi corazón se estrujó al pensar que en realidad podría haber sido un especie de adiós. Gemí para mis adentros y deslicé los dedos a través de mi cabello angustiado. ¿Por qué todo tenía que ser tan increíblemente complicado en mi vida? Nunca fue una elección fácil.

De repente voces y el sonido de pies por el suelo del pasillo llegaron a mis oídos. Giré la cabeza hacía la puerta y en un segundo ésta voló hacia arriba mientras Hirato irrumpía, haciéndome dar un respingo.

Blake se despertó violentamente, dirigiendo su mirada hacia Hirato en el resplandor de la luz del pasillo. Hirato se quedó mirando la cama y a Blake antes de fruncir el ceño cuando se dio cuenta de que yo no estaba allí.

—¿Qué ocurre? —pregunté rápidamente mientras él dirigía la cabeza hacia mí y una leve expresión de alivio cruzaba su rostro.

—Algo está pasando y no sabemos
sabemos qué —dijo y giró la cabeza hacía
Blake que parecía confundido.

—Bajaremos en un minuto —dije tratando de no dejar que mi nerviosismo me afectara mientras Hirato asentía y desaparecía.

—¿Qué está pasando? —preguntó Blake mientras se levantaba lentamente de la cama. Me apresuré y le ayudé a levantarse mientras buscaba una camiseta y se la ponía con un pequeño silbido doloroso.

—No tengo ni idea —murmuré y le tomé la mano.

Me siguió mientras yo bajaba corriendo al salón, donde estaban todos sentados... menos Tom.

—¿Qué pasa? —Recalqué y apreté la mano de Blake en la mía de pura tensión.

—¡No lo sabemos! —gritó Mellie. Bill tomó su mano también y acarició sus nudillos
reconfortante.

Hirato estaba sentado junto a Gustav y ambos parecían estar pensando en otra cosa.

—Recibimos un correo diciendo que nos conectáramos a este sitio web en unos minutos. Pensamos que no era nada, pero el mensaje contenía una foto del coche de Tom, con la ventanilla totalmente destrozada y el coche completamente destruido —dijo Georg y levantó la cabeza y me miró.

Un pequeño grito ahogado salió de mis labios mientras la sensación en la boca de mi estómago ardía.

—Intentamos localizar a Tom pero nada —La voz de Bill estaba inundada de preocupación.

Sentí que se me secaba la boca cuando Gustav por fin levantó la vista hacia mí, agitando la mano mientras me indicaba que me acercara. Sobre la mesa, delante de todos, estaba su ordenador portátil con una página web negra en la que se veían grandes números grises en una lenta cuenta atrás.

Hunted by the mafia, memories and secrets in Rome / Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora