Capítulo 5

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Hyde ya había empezado con los entrenamientos con James, y se sintió aliviada cuando no oyó ninguna burla departe de aquel soldado.

— Ahora, tienes que lanzar golpes más fuertes — le dijo James dirigiéndola a un saco de boxeo — Golpea.

Hyde lo miró con aburrimiento. Realmente detestaba sus ejercicios y para colmo la presionaba con hacerlos y diciendo que era una débil.

Por favor, soy una gimnasta, greñudo pensaba ella cuando lo escuchaba.

Hyde lanzó un puño como si se tratara de chocar cinco con un niño de tres años. James suspiró fuerte y volvió a indicarle.

— Patea.

Pateó con la flojera más grande del mundo y James se alejó rápidamente del saco, solo para gruñir y cubrirse el rostro con sus manos.

— ¡Eres tan insoportable!

— ¿De verás? ¡Pues tú también lo eres, despeinado! ¡No soporto estar contigo!

— ¡Pues yo tampoco soporto estar contigo! ¡He tenido alumnas más alegres que tu!

— ¡Ay, lo sieentoo! ¡Perdón por no ser como aquellas putas!

— ¡Golpea el maldito saco, mierda!

— ¡¿Y qué si no lo hago, joder?!

— Te acuso con tu padre.

Hyde soltó una carcajada.

— ¡Ay! ¡El greñudito no soporta tanta tensión y me acusará con Tony! ¡Uju-ju! — Hyde se burló de él, haciendo como que estaba llorando y James salió disparado a la puerta.

Hyde lo siguió con pasos cortos y se adentraron en el lugar donde el resto se ejercitaba.

Steve volteó cuando vio que su amigo ingresaba con furia en los ojos.

— Hey, ¿qué te trae por acá, greñitas? — exclamó Tony cuando se percató de su presencia.

— ¡Ya-estoy-harto-del-bicho! — exclamó James extendiendo los brazos.

— ¿Te refieres a mi? — le preguntó Tony secando su rostro con una toalla.

— No, al mini bicho — Hyde los miraba con aburrimiento.

Tony consideraba a James como amenaza ya que él había asesinado a sus padres. Él y Hyde lo sabían, pero trataban de no sacarlo a la luz ya que era cosa del pasado.

— ¿Qué hizo ahora? — le preguntó Steve.

— No hace lo que le digo —James se veía realmente irritado y Wanda rió.

— Oye despeinado, recuerda que casi me rompes una pierna.

— Pero ¿quién tiene la culpa? Tú me retaste — le dijo James acercándose a ella.

— A-ja-ja, tu dijiste "no te rompas una pierna" y va el buey con el pollo a caerle encima.

— Era sarcasmo, bicho. ¿Sabes qué es eso? — Hyde se había acercado más a él, retadora.

— Pues hombre, tu sarcasmo está pasado de moda tanto como tú.

— ¿Ah, si? Por lo menos yo no me voy de fiesta con mis amigos y choco un coche y destruyo locales de la Quinta.

— ¿Así vamos? Bueno, si quieres hablar de eso, — Tony sabía lo que Hyde diría, así que solo le quedó cruzarse de brazos y apretar los labios — tú asesinaste a Howard y María Stark, MIS abuelos y no te estoy jodiendo con eso, ¿o sí?

Más que una StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora