Más que una Stark

Capítulo 24

«Frederick Hall es el vicepresidente de C. S. Tech, la segunda empresa armamentística más extensa, la primera es Stark Tech.
C. S. Tech estaba en bancarrota, y el presidente, Mallory Rudd, se negaba a cambiar las fórmulas de potencias de sus armas nucleares...»

— ¿Quién hizo estos fax? —preguntó de la nada Tony, mientras todos se ocupaban en leerlos— No dice lo que tenemos que saber.

Hyde había querido decir algo así, obviamente ocupando sus lindas palabras, pero se reusó y esperó a que ese alguien que había elaborado esos fax elevara la mano.

Fue Allison.

— Tranquilos, es su primera vez —la defendió Clint mientras aventaba a cualquier lugar el papel grueso que tenía en la mano— El punto es que los Dominantes enviarán a su equipo de tácticas especiales a robar códigos de lanzamientos.

— Y los códigos los tiene Mallory Rudd en su despacho en C. S. Tech —añadió Hyde— Hall debe de tener un trato. A él le conviene que Rudd muera y así asume su presidencia.

— Hay que evitarlo, ¿no? —comentó Pietro.

— ¡Ay, qué gran idea! ¡No se me había ocurrido! —exclamó irónico Tony.

Hyde le sonrió. Poco a poco se recuperaba. Pero la incógnita era de cómo lo hacía.

Desde que estaba en medio de ambos mundos la confianza que le tenían se había esfumado. Por tanto tenía que comportarse y ganársela de nuevo. Era claro que le fastidiaba, pero bueno...
— En mi opinión —se puso de pie Hyde y llevándose una mano al pecho, señalándose— Destruyamos sus instalaciones.

— ¿Por? —preguntó Wanda después de varios segundos silenciosos.

— Porque odio esa empresa —respondió el trío Stark. Se miraron entre ellos y sonrieron.

Todos excepto ellos menearon la cabeza.

— En tres días darán una fiesta en el salón de sus instalaciones, celebrarán el aniversario número 53 —dijo Vision.

— Jajaja, qué patético —exclamó Tony.

— Tendrán que infiltrarse y mantener seguras las áreas y a Rudd —comentó Natasha, observando detenidamente unos planos holográficos.

— Eh ¿quienes lo harán? —preguntó Hyde cruzada de brazos.

Todos se miraron entre ellos y al final, la miraron a ella.

Enarcó una ceja.

— ¡Pero me reuso a ir con Eagles! —exclamó alzando las manos.

— Esperarás información, ahora preparate.

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— Definitivamente yo no acompañaré a Mallory Rudd —respondió con el ceño fruncido Hyde al terminar de oír a Bucky— En serio Buck, me alegra de verte pero no seguiré tus órdenes.

Le dedicó sus dos cejas alzadas y Hyde hizo un ademán con la cabeza de ¿qué?

— Todos tendremos instrucciones diferentes, Hyde —le dijo Pietro dándole un empujón con su cadera.

Hyde lo miró indignada.

Había querido tener acción en aquella tarea pero Bucky la había considerado la sociable, por tanto se podría ocupar del presidente.

Se dio la vuelta para mirar tras el ventanal de la Torre. Si iba a ser la acompañante accidentalmente encontrada en la fiesta, tendría que leer sobre sus proyectos que, en opinión de Hyde, eran patéticas supuestas innovaciones que sólo eran copias del armamento Stark.