Capítulo 3

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— No tengo porqué hacer esto — se quejaba Hyde mientras Tony le acomodaba correctamente el saco negro, esperando que el ascensor se abriera y diera paso ante el consejo de Stark Industries.

— Claro que tienes que hacerlo, eres el futuro de la compañía — él la miró a los ojos y de nuevo se inquietó al observarlos detenidamente

— Pues se irá a la mier...

— ¿Con esa boca besabas a Pepper?

— En ese tiempo yo era diferente — ella le medio sonrió y se dieron un abrazo — Espero que no hayan mas sorpresas.

— Jude está aquí — le dijo rápidamente Tony cuando las puertas se abrieron y Hyde hizo una mueca, casi idéntica a la de Tony.

Siguió a su padre con pasos más cortos y entraron donde se reúnen aquellos canallas, o como ella los llamaba.

— Señores, les presento a la segunda cabeza de la compañía — Tony hizo algo parecido a una entrada triunfal y Hyde entró con cara de pocos amigos.
Todos la miraron y ella simplemente miraba sin mirar, no le interesaba nada ni nadie en aquella sala y solo estaba ahí por Tony.

— ¿Hyde? ¿Eres tú? ¡Por Dios! — un hombre con traje se puso de pie, asombrado, y Hyde no le quedó más que otra preguntarle quién era — ¡Soy....!

Hyde lo ignoró por completo. Siempre que preguntaba aquello era una pregunta de cortesía, no porque realmente le interesaba saber algo que le era innecesario.

— Dame 5 minutos — le susurró Tony al ver como había reaccionado ante aquello.

Hyde asintió y se retiró sin poder mirar al rostro de su hermano.

En la sala de espera Hyde caminaba de un lado a otro. Aquella propuesta no le había alegrado del todo, ella no quería ser como Tony ni ser la "segunda cabeza" de nada.

De repente se abren las puertas de la entrada y aparece aquel chico con cabello blanco y da un vistazo a todo el lugar.

Hyde lo miró como mira a todos los chicos, de pies a cabeza pero discretamente. Al llegar a la zona de sus pectorales, sintió como se le ensanchaba la sonrisa al ver aquellos notables músculos pero rápidamente se forzó a dejar de sonreír y rezó con que no se hubiera sonrojado.

— Eres Hyde, ¿no? — su voz la alarmó y se volteó rápidamente, asintiendo — ¿Dónde está Tony?

Hyde no pudo hablar por un momento, así que con su mano le señaló hacia arriba. Pietro enarcó una ceja.

— ¿Te comieron la lengua los ratones?

Hyde iba a responder hasta que las risas de Jude y Tony hizo que diera un respingón.

— Hey, llegaste a tiempo — le dice Tony, asombrado, mirando su reloj — Hyde, él es Pietro Maximoff, que ya lo habías visto antes.

— ¿Prieto? — le preguntó divertida Hyde.

— Es Pietro — le corrigió Pietro.

— Bueno, mucho gusto Prieto — Hyde decidió que aquel sería su apodo a partir de ahora y Pietro supuso lo mismo al ver su cara divertida.

— Vámonos — dijo Tony y todos salieron.

Entraron en un coche y Hyde iba a subirse en el asiento de copiloto pero Pietro ya estaba sentado en un pestañear.

— Cuidado con la puerta — le advirtió señalándola y ella se hizo a un lado.

Miró la parte trasera y vio a su hermano, con su cabello rubio y su piel lampiña, mas cuidada que la piel de cualquier mujer. Sus ojos chocaron con los de ella y Hyde tragó fuerte.

Más que una StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora