8 | 2012

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Lionel cumplía el primer mes de su embarazo, iba muy bien, sus padres aún no sabían pero la verdad Leo no tenía planeado contarles, ya que para empezar a sus padres nunca les agrado Guillermo, siempre dijeron que su hijo merecía algo mejor que Francisco, pero el nunca los escuchó y se negó a terminar con el mexicano.

Ahora mismo esa pareja estaba caminando por las tranquilas calles de Guadalajara, estaban tomados de la mano, el argentino no sabía que decir —¿Cómo crees que van a reaccionar mis padres al enterarse que estoy en cinta por vos, Guille?— Pregunto Leo mirándolo, este volteo y sonrió, puso su mano al rededor de su cintura para pegarlo a el —Pase lo que pase, siempre estaré contigo.— Dió un corto beso, el argentino correspondió aquel tierno beso y continuaron con su camino.

Se pararon en un semáforo, cuando el semáforo marco el rojo aprovecharon para avanzar, Guille avanzó corriendo sin antes fijarse a ambos lados, fue una pésima idea ya que un carro venía a toda velocidad y estaba dispuesto a atropellar a Memo, Lionel noto que el carro venía muy rápido, corrió para alcanzarlo y le dio un pequeño empujón, el argentino recibió el choque.

Guillermo por el empujón que recibió de su pareja cayó al suelo, solto un quejido de dolor y se cubrió la parte de la frente ya que fue ahí donde se golpeo —Ay güero te pasas de ver...¿Güerito?—  Memo se encontraba confundido cuando no encontró a Lio por ningún lado, cuando una señora estaba diciendo que habían atropellado a alguien —Dios mío! Pobre muchacho...

—¿Se puede saber de qué hablan?— Pregunto Ochoa algo confundido —El chico que iba detrás de ti era tu amigo?— Guillermo asintió algo confundido —Lo siento...El acaba de ser atropellado— Ochoa sintió como su corazón se derrumbó, fue corriendo en donde estaba la aglomeración de gente, efectivamente era Lionel el que estaba herido —¿Lio? Lio escúchame, soy yo Guille!— Se inclinó y lo tomo de la mejilla con lágrimas en los ojos.

—Ah sos vos Guille...Ahg que mierda paso? Che estoy sangrando boludo.— Memo sonrió y seguía muy asustado —Perdon Leo, fue por mi culpa, ¡soy un pendejo!— Leo sonrió y acaricio una de las mejillas a su novio —La ambulancia ya viene en camino, solo resiste.— Dijo una de las personas de la aglomeración, por suerte una de las personas que estaban ahí era doctor y sabía cómo reaccionar para detener el sangrado de Lionel.

Paso el tiempo, llegó la ambulancia y subieron al argentino con un acompañante, que era Guillermo, en todo el camino tomo de la mano a Leo, trataba de controlarse y no romper en llanto al ver a Leo en ese estado, Lionel por otro lado estaba muy tranquilo también se le veía algo desconcertado.

Ahora el mexicano estaba en la sala de espera, Messi había entrado en cirugía desde hace un rato y no sabía nada de su paradero, llegó la familia de Lionel y al ver a Guillermo ahí se molestaron —¿Donde esta mi Lio?...¡Que le hiciste!— Guillermo trago saliva antes de hablar, los miro y tartamudeo —Y-Yo, Señora lo que paso fue que...Lo atropellaron— Celia se cubrió el rostro y comenzó a llorar —Yo siempre supe qué vos sos una mala influencia para mi hijo, pero él estuvo aferrado a vos ¡Y mira lo que sucedió! Ahora por tu culpa mi Leo corre peligro...

—Señora, de verdad yo lo lamento mucho...No quería que esto pasará!— Guillermo estaba sollozando —Yo de verdad amo a Lionel, hubiera preferido ser yo quien lo atropellara y no a el...— Memo estaba destrozado, se sentó a llorar mientras le daban noticias de su Leo. Paso el rato y salió un doctor, la familia de Messi y Guillermo fueron a ver cómo estaba, aún que las noticias no fueron las mejores.

—Lo siento, pero Lionel perdió parte de su memoria, les explico, la mayoría de su vida no la recordara, las cosas más recientes las va a recordar con facilidad, pero las que sucedieron hace años no las recordara para nada.— Guillermo se derrumbó, aún que tenía la esperanza de que Lio lo iba a recordar, lamentablemente no fue así.

—¿Quien chota sos? Raja de acá pibe, no tengo ni puta idea de quién sos.— Memo tenía los ojos cristalinos —Lio, soy yo, Memo...¡Soy tu pareja! Llevamos 7 años juntos por dios!— Dijo Ochoa algo preocupado, Leo solo frunció el ceño y lo ignoró —Quiero ver a mis padres, sos necio vos, largate de aquí, yo no te conozco!— Auch, dolió mucho, Guillermo sollozo y salió corriendo con lágrimas cayendo sobre sus lindas mejillas color carmesí.

Pasaron los meses, Lionel se fue a Barcelona mientras que Guillermo... Nunca pudo conocer a su cachorro.

Segunda vista | Mechoa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora