Nadie le dijo a Lionel que vivir su romance adolescente sería tan difícil.
Termino siendo madre soltera, pero se aseguraría de que ese pequeño cachorro crezca sano y rodeado de amor, así fue, hasta ese crudo 2020, que los hizo a ambos volver a encon...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Encontro a Lionel en la taza del baño, mientras se cubría el rostro y aquellos sollozos se hacían presentes.
-Leo, yo...Se cómo te sientes y.- Trato de poner su mano en el hombro, acción que fue rechazada por el argentino.
-Esta bien, te daré tu espacio pero...¿Podemos hablarlo de una manera más tranquila?, ambos nos alteramos y no medimos las consecuencias.
-Yo fui el pelotudo que te agredió, ¿Por que no estás molesto conmigo?
-No me puedo enojar con el que considero el amor de mi vida.- El rizado sabía cómo convencer al argentino y que volviera a caer en sus encantos.
Al final, el jugador del Barcelona termino por aceptar la invitación del mexicano a seguir hablando las cosas más tranquilas y controlando sus emociones, termino por sintiéndose culpable por haberlo empujado y haberle dicho todo lo que le dijo.
-Te quería pedir una disculpa, no era mi intención hacerte sentir incómodo, se que te alterarse y no te culpo, yo también hubiera reaccionado así si alguien me dijera un secreto que solo yo sabía.- Rió, el contrario se mantenía serio y escuchando las palabras del arquero.
-Mira, se que tú tal vez tu no me recuerdes y que es inútil que siga intentándolo pero...¿No recuerdas aquel 2005?, o ese lejano 2012?, en el que ocurrió la tragedia del destino, que tal vez no era el momento o simplemente no nos quiso juntos.
-Lo lamento Guille, no recuerdo nada tuyo, perdóname de verdad.- No contuvo más sus lágrimas y corrió a los brazos de Guillermo.
-No es tu culpa.- Susurro, acariciando levemente su cabello y con su mano libre rodeo su cintura.
-¡Me siento una persona horrible, odio sufrir estos malditos ataques incontrolables, me dejó llevar por mis pensamientos negativos y solamente hago cosas que no quiero hacer, seguramente después de esto me dejaras y..
-Hey, no digas eso, yo jamás haré nada de eso, está bien, todos algunas vez llegamos a ese punto y hacemos cosas que no queremos.
-Mi hijo debe de pensar que soy una persona horrible.- Se escondió en el pecho del mayor tratando de disimuladamente limpiar sus lágrimas.
-Conozco a un pequeño niño que no cree eso, el te ve como tú héroe, y más al saber que su padre es el mismísimo Lionel Messi!- Guillermo tomo del mentón ligeramente a Leo, haciéndolo que lo mirará a los ojos.
-Mira, da igual que no me recuerdes, pero yo, yo sé cuántos lunares tienes en tu espalda.- Se sonrojo.
-Sos un tarado...Te amo.- Dio un beso en su mejilla.
Al bajar a la sala de estar, el pequeño corrió a los brazos de su padre, después de todo, es aquel hombre que te saco adelante y siempre estuvo allí presente.
-¡Papi, me asusté mucho!- Escondió su cabeza en el hombro de Messi.
