17 | ¿No me recuerdas?

175 27 5
                                    

• 2020 •

Guillermo se despertó, sudando y con su respiración agitada, el argentino se despertó y se sentó a un lado de el, confundido por lo que estaba pasando.

—¿Guille, amor, estás bien?— Preocupado, puso su mano en la espalda del mayor.

Ochoa lo volteo a mirar, encontrándose con esos ojos cafés, ante los ojos de Guillermo se reflejaba aquel Lionel del 2005, ahora cuando lo miraba era lo único que pensaba, trago saliva desviando su mirada, el argentino frunció su ceño confundido, Memo comenzó a llorar, pero de felicidad, por fin había encontrado nuevamente al amor de su vida. Lionel preocupado se acercó más a él y enredo su brazo alrededor de su cuello, Ochoa sollozaba y abrazo a Messi, colocando su mentón sobre el hombro del menor.

—Tranquilo mi Guille, yo estoy aquí y nada malo pasará.— Esa voz, era igual a la del Andrés de 2005.

Después de un rato, ese llanto se convirtió en sollozos, el alfa abrazaba las caderas del argentino, escondió su cabeza en el pecho de Leo, mientras que este acariciaba sus rizos, dándole mimos y diciéndole que todo estaría bien, que el siempre lo protegería y estaría allí con el, quedándose profundamente dormido entre los cariñitos, la suave y relajante voz del argentino, quedó dormido plácidamente.

Después de un rato, ese llanto se convirtió en sollozos, el alfa abrazaba las caderas del argentino, escondió su cabeza en el pecho de Leo, mientras que este acariciaba sus rizos, dándole mimos y diciéndole que todo estaría bien, que el siempre lo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• 2012 •

Lionel cumplía el primer mes de su embarazo, iba muy bien, sus padres aún no sabían pero la verdad Leo no tenía planeado contarles, ya que para empezar a sus padres nunca les agrado Guillermo, siempre dijeron que su hijo merecía algo mejor que Francisco, pero el nunca los escuchó y se negó a terminar con el mexicano.

Ahora mismo esa pareja estaba caminando por las tranquilas calles de Guadalajara, estaban tomados de la mano, el argentino no sabía que decir.

—¿Cómo crees que van a reaccionar mis padres al enterarse que estoy en cinta por vos, Guille?— Pregunto Leo mirándolo, este volteo y sonrió, puso su mano al rededor de su cintura para pegarlo a el

—Pase lo que pase, siempre estaré contigo.— Dió un corto beso, el argentino correspondió aquel tierno beso y continuaron con su camino.

Se pararon en un semáforo, cuando el semáforo marco el rojo aprovecharon para avanzar, Guille avanzó corriendo sin antes fijarse a ambos lados, fue una pésima idea ya que un carro venía a toda velocidad y estaba dispuesto a atropellar a Memo, Lionel noto que el carro venía muy rápido, corrió para alcanzarlo y le dio un pequeño empujón, el argentino recibió el choque.

Guillermo por el empujón que recibió de su pareja cayó al suelo, solto un quejido de dolor y se cubrió la parte de la frente ya que fue ahí donde se golpeo.

—Ay güero te pasas de ver...¿Güerito?—  Memo se encontraba confundido cuando no encontró a Lio por ningún lado.

Cando una señora estaba diciendo que habían atropellado a alguien —Dios mío! Pobre muchacho...

Segunda vista | Mechoa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora