En el departamento ya estaba Lily, junto con James y Remus. Vió a sus amigos interactuar entre ellos, pero por algún motivo no pudo sonreír.
Los saludó, claro, pero secamente y con cansancio, luego anunció que se iría a duchar.
Esa actitud preocupó a Lily, que se había convertido rápidamente en la mejor amiga de la rubia. Sirius y James ya lo tomaban como un comportamiento normal luego del boxeo.
—Dejala, después de ducharse se le pasa. —dijo Sirius, tomando el brazo de Lily. —Y no querés hacerla enojar.
Tuvo que reunir todo su autocontrol para no ir detrás de su amiga y preguntar que le pasaba. Decidió que esperaría a ducharse.
Pero Marlene no salió de buen humor, el hambre golpeaba sus costillas y el mal humor subía por su garganta. En silencio, se metió a la cocina, y nadie pudo evitar que Lily corriera detrás de ella.
—¿Que pasó mí vida? —preguntó en voz baja.
La rubia miró los ojos verdes de su amiga mientras que los suyos se cristalizaban.
—No quiero seguir boxeando, me hace mal, estoy trabada, Lils.
Lily corrió en dirección a su amiga y la tomó en brazos, la consoló como no la consolaban hace años. Marlene no recordaba la última vez que alguien la había hecho sentir protegida.
—No tenés porque seguir haciéndolo...
—Es lo que todos esperan de mí, no entendés, vos podes elegir cualquier cosa, pero de mí esperan ese futuro. Sirius, James, Regulus, hasta los señores Potter. —La voz se le cortó. —Llevo desde los once amando esto, hicieron todo por ayudarme y...
—Ellos solo quieren lo mejor para vos. —susurró Lily. —No podes estar así.
—Nada más necesito acostumbrarme, no pasa nada.
Cuando la pelirroja iba a volver a hablar, Remus entró, con una expresión alegre que rápidamente cambió a la preocupación.
—¿Estás bien? ¿Querés algo? —preguntó sacando un chocolate del bolsillo de su buzo. —Come, te va a hacer bien.
Marlene lo aceptó, mientras oía a Remus hablarle de que el chocolate y la dopamina.
—¿Estás mejor? —La rubia asintió.
Pero igualmente fue hacia su pieza. No podía concebir la idea de que sus mejores amigos desde quinto grado no se habían acercado a ayudarla.
Los tenes hartos con tus crisis murmuraba su cerebro.
Sos una estúpida que los va a decepcionar.
Que asco me das.
¿En serio te comiste ese chocolate? Y con esos últimos pensamientos, corrió al baño y vómito todo lo que había comido ese día.
Mientras, en la casa de Dorcas estaban sentados Evan, Pandora y Barty, la dueña de la casa y su amigo rubio charlaban y los otros dibujaban algunas cosas aleatorias para que sus amigos cuelguen por aquella casa.
—Entonces ¿Te gusta Marlene? —preguntó Evan mientras sentía la tinta del marcador en su brazo.
—Dios, si, desde que la conozco, pero recién ahora me doy cuenta. —La voz de Dorcas demostraba cada emoción, totalmente distinta a cuando hablaba con su padre. —Quiero que me mire como yo.
—Pero te correspondió los besos ¿No? —Barty, quien ahora jugaba con el cabello rizado y oscuro de su “hermana mayor” la miró con intriga.
—Alguien te puede besar sin sentir algo romántico. —respondió Dorcas.
—Pero no seas pesimista. —Pandora miró a su amiga. —Tampoco te ilusiones, pero no seas pesimista.
Los cuatro se quedaron en silencio antes de que salte otro tema de conversación.
[20:32] Dorcas: ¿Estás?
[20:40] Rubia: Si te aguantas el mal humor, si
[20:41] Dorcas: Yo de vos aguantaría todo.
[20:41] Rubia: Entonces estoy.
A Dorcas se le hizo extraño los mensajes sin emojis, sin ningún tipo de alegría que solía caracterizar a Marlene.
[20:41] Dorcas: ¿Querés contarme tu mal humor?
[20:43] Rubia: Ya no me siento cómoda boxeando.
Dos minutos estuvo para poder escribir eso. Dorcas notó que era un tema serio.
[20:43] Dorcas: Y eso es malo ¿No?
[20:44] Rubia: No se lo puedo decir a mis amigos, ellos lo dieron todo para que llegue acá, ya estoy cerca de ser profesional
[20:44] Dorcas: ¿Que importan tus amigos? Se nota que la pasas vos, soltalo, tomate vacaciones. No tenes porque entrenar todos los días...
[20:45] Dorcas: Además, Alejandro es muy exigente, podrías cambiar de entrenador
[20:45] Rubia: No puedo abandonar a Ale, el me conoce y siempre me cuidó
[20:46] Dorcas: El te permitió no comer bien, te permitió estar al borde de la anemia en muchas ocasiones y hasta te hace estar más horas de las necesarias, eso no es cuidarte.
Marlene no contestó, entonces Dorcas intentó arrepentirse, pero no lo hacía. Ella conocía a su papá y sabía lo que era estar en el lugar de Mar, porque también había sido su propio lugar hasta que se fue se la casa.
[20:53] Rubia: Pero es mí entrenador.
[20:54] Dorcas: Es mí viejo y me fui de casa igual.
[20:54] Rubia: Pero seguís yendo al gimnasio
La morocha no sabía cómo decirle que iba al gimnasio a verla, no sabía cómo contarle que había tenido que rogarle a Alejandro para que le diera los horarios de Marlene. No sabía cómo contarle que, si ella seguía teniendo relación con Alejandro, era gracias a la rubia.
[20:55] Dorcas: No voy por Alejandro.
[20:55] Rubia: ¿Por quien más irías?
[20:57] Dorcas: Por vos.
N/A:
...holi?
QUE LES PARECIÓ?????🏃🏼♀️🏃🏼♀️🏃🏼♀️
¿Marlene dejará el boxeo? ¿Dorcas al fin va a soltar a su padre? ¿QUE VA A PASAR? Lo verán, en el próximo capítulo 👹
Saludos desdeee, algún lado. XOXO.
—JB
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RING (Dorlene)
Fiksi PenggemarLa vio parada con los hombros tensos, los guantes cubriendo sus puños y una mirada gélida en sus ojos. La vio hermosa, con su cabello atado en trenzas cocidas, su pecho tapado por el protector mamario. La vio sangrando y levantándose, la vio en el r...